Un juez estadounidense ha condenado este miércoles a cadena perpetua sin libertad condicional a Bryan Kohberger, el hombre acusado por cargos de asesinato tras apuñalar a finales de 2022 a cuatro estudiantes en el campus de la Universidad de Idaho.
Kohberger, de 30 años, se ha declarado culpable de cuatro cargos por asesinato en primer grado y robo con allanamiento de morada por las muertes de los estudiantes Kaylee Gonçalves, Madison Mogen, Xana Kernodle y Ethan Chapin, según ha recogido la cadena NBC News.
«La pérdida que este asesino infligió no fue solo la muerte de los hijos, hermanos y nietos de estas personas, como hemos escuchado hoy, sino que les abrió un agujero en el alma, destruyendo una parte especial de su propia esencia», ha explicado el juez del tribunal de distrito del Condado de Ada, Steven Hippler.
El hombre deberá pagar además 55.000 dólares (unos 46.700 euros) a la familia de cada víctima por cada cargo. La sentencia forma parte de un acuerdo de culpabilidad por el que Kohberger ha evitado la pena de muerte y ha renunciado a su derecho a apelar la condena.
Kohberger, quien era estudiante de doctorado en criminología en la Universidad Estatal de Washington –a unos 15 kilómetros de Moscú, la localidad donde se encuentra el campus de la universidad– fue detenido siete semanas después del hallazgo de los cuerpos de los cuatro jóvenes, que fueron apuñalados en decenas de ocasiones.
El hombre aparcó su coche detrás de la casa y apuñaló a Madison Mogen y Kaylee Gonçalves en el tercer piso. Kohberger se encontró con Kernodle mientras bajaba por las escaleras y tras matarla hirió mortalmente también a su novio Ethan. Una de las compañeras de piso supervivientes, Dylan Mortensen, le vio salir del lugar.
Los investigadores conectaron a Kohberger con la escena del crimen tras encontrar una funda de cuchillo de cuero junto a una de las víctimas, según la declaración jurada del caso, ha recogido la cadena estadounidense CNN.
Las autoridades nunca llegaron a encontrar una conexión entre Bryan Kohberger y los estudiantes ni tampoco un motivo para el asesinato, que causó conmoción en el país así como en Moscú, la localidad que alberga la sede del citado centro universitario.