Luego de un inicio de año marcado por proyectos profesionales y problemas de salud, Sergio Lapegüe decidió detener la marcha. Se tomó un descanso y regresó al lugar que más lo necesitaba: la casa de su madre, Elba, quien desde hace años atraviesa un avanzado cuadro de Alzheimer. El periodista, siempre abierto a compartir los momentos más íntimos de su vida, publicó en sus redes una imagen que conmovió a todos.
El conductor de Lape Social Club (América TV) compartió en su cuenta de Instagram una imagen desgarradora y, a la vez, luminosa. En la foto, se lo ve apoyando su frente contra la de su madre, los ojos cerrados, las manos entrelazadas. En ese gesto íntimo y profundo, Sergio escribió: “Justo cuando entraba a verla, como casi todos los días, ella dijo a su manera: ‘Sergio’. No sabía que estaba detrás. Tal vez lo intuyó”.
La escena, tan simple como poderosa, conmovió a sus más de 891 mil seguidores. “Levantó su mirada. Me vio. Sonrió. Estoy seguro que sabía quién era. Quiso decirme algo, pero ella no puede hablar bien, solo algunas pocas palabras”, relató el periodista. Y continuó: “Me acerqué, tomé su mano, me miró con esos ojos de madre. Nos chocamos las cabezas. Estuvimos unos minutos así. El mundo se paró un rato y fui feliz. Ella es mi mamá”.
La publicación despertó una oleada de mensajes de afecto. La primera en dejar su comentario fue su esposa, Bochi: “La emoción de la felicidad en el alma”. También Georgina Barbarossa escribió: “Amor del bueno, infinito”, mientras que el periodista Mariano Yezze fue directo: “Abrazala, Sergio”.
Pero esta escena no fue un caso aislado. Al comienzo de 2024, compartió mesa en el programa de Juana Viale con Gimena Accardi, quien presentaba la obra “En otras palabras”, centrada en una historia de amor atravesada por un diagnóstico prematuro de Alzheimer. Allí, Lapegüe relató: “Mi mamá tiene eso. Fue algo increíble lo que nos pasó esta semana porque está en un proceso muy avanzado”. El periodista describió el profundo impacto que representa para la familia convivir con el avance de la enfermedad: “El deterioro es muy fuerte, para la familia es muy doloroso y yo no sé si ella se da cuenta. Yo la visito todos los días, que fue una de las determinaciones por las que dejé el noticiero. Lo dejo para poder acompañarla. ¿Por qué no voy a hacerlo si ella estuvo siempre conmigo?”.
El periodista detalló las dificultades que enfrenta su madre: “Voy, le doy la mano. Ya le cuesta tragar y empieza a tener menos funciones. Se va apagando. Le das agua con espesante porque no puede tomar agua. Ella está sola en su casa con las cuidadoras y le ponen la tele. Me ve y dice ‘exacto’”. Según recordó el conductor, aunque los momentos de lucidez son escasos, cada uno de ellos se vuelve fundamental: “Voy a la casa al mediodía y no me reconoce. Es tremendo porque es un golpe fuerte. Le agarro la mano, le doy besos. En la pantalla me reconoce y a veces cuando me ve, no”.
En ese mismo encuentro televisivo, Sergio recordó un episodio reciente en que conectó con su madre a través de la música, una pasión compartida desde su infancia. “El sábado estaba enojada. Hablaba mal y se enojaba. Entonces dije ‘me voy a tocar el piano donde yo tocaba de pibe’. Ella también era pianista. Me voy a tocar solo y las cuidadoras la ponen frente a mí porque no puede caminar. Ella estaba a cinco metros mío, yo tocando y de pronto le dice a las cuidadoras ‘Sergio’. Yo ahí me largo a llorar, desconsolado”. El periodista evocó así la manera en que la música logra derribar, al menos por momentos, las barreras de la enfermedad: “Me está viendo a mí. La miro y me saluda con la mano. Ella me venía a ver a los shows”.
Así, Lapegüe comparte con el público tanto los desafíos que enfrenta en la intimidad de su familia como los pequeños momentos de felicidad e identificación que aún puede disfrutar junto a su madre.