El kirchnerismo intentará sesionar a las 14 para debatir temas sensibles para la Casa Rosada. La reunión tendrá una particularidad: fue convocada por legisladores opositores sin el aval de la Presidencia, algo que no es habitual.
Esta situación abre un debate reglamentario: el oficialismo sostiene que para que la oposición pueda autoconvocarse debe asegurar un quórum especial, con la presencia de dos tercios de los senadores.
José Mayans, como cabeza de la estrategia opositora, sostiene en cambio que con la mitad más 1 de los presentes iniciarán la sesión, lo que presagia un fuerte debate.
“Es una una sesión ordinaria, con 37 presentes hay quórum y no hay ninguna discusión. El Senado sesiona miércoles y jueves, lo que pasa es que últimamente casi no se hacen sesiones ordinarias. Sí se necesita mayoría especial para el tratamiento sobre tablas de los temas, pero no para el quórum”, explicaron desde la bancada K.
Los asesores con más experiencia en la Cámara aseguran que no tienen recuerdo de una sesión en donde la mayoría impusiera la apertura del recinto frente a la negativa de la presidencia, en este caso a cargo de Victoria Villarruel.
De hecho, la vicepresidenta no estará en el inicio de la sesión. Será reemplazada por la senadora kirchnerista Silvia Sapag en su rol de vicepresidenta del Senado. Se prevé que una vez abierto el debate, Villarruel sí asuma la conducción del mismo.
Este mediodía, en una reunión de una hora y media, los bloques no lograron acordar el formato de la sesión por lo que cuando comience el debate se definirá el orden de cada uno de los proyectos que se discutirá, lo que también anticipa una fuerte polémica.
El kirchnerismo ya anticipó que no votará los proyectos impulsados por los gobernadores si estos no aseguran primero la sanción de los dictámenes que llegan desde la Cámara de Diputados. Esto atenta con la estrategia que plantearon mandatarios de Juntos por el Cambio, que pretenden dividir la discusión en dos partes.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó la jugada como “un golpe institucional”.
“Hoy el kirchnerismo planea un golpe institucional en el Senado, plantándole a la Vicepresidente una reunión autoconvocada para arrebatarle el poder a la Presidencia Provisional del Senado y agujerear los éxitos económicos del gobierno que tanto nos han costado a los argentinos”, aseguró.
Y agregó: “No se puede permitir, están planteando un golpe institucional y llevarse puesto al Senado. Las instituciones, las normas y la República se respetan”.
En el mismo sentido se pronunció el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. “Creo que la irregularidad es clara. Es una especie de sesión autoconvocada por el kirchnerismo para tratar todas leyes que afectan el equilibrio fiscal. Esto viene a ser como una especie de golpe institucional”, dijo.
La polémica, suscitada a escasos minutos del inicio de la sesión, suma tensión a un encuentro que llegaba cargado de polémica por el desencuentro previo entre los gobernadores y la Casa Rosada.
Ayer, el presidente Javier Milei culpó públicamente a los mandatarios y al kirchnerismo de querer “destruir al Gobierno”.
“La recaudación a los gobernadores les viene creciendo entre el 7 y el 8%. No corresponde lo que piden. Partieron de una situación de equilibrio y la recaudación creció ese 8%, entre otros motivos, por el IVA. Quieren destruir al gobierno nacional”, advirtió durante una entrevista con El Observador. “Quieren romper todo”, agregó.
Los mandatarios acordaron proyectos para la coparticipación del 50% del fondo de los ATN a las provincias, la eliminación de todos los fondos fiduciarios y modificaciones al impuesto a los combustibles líquidos, que -señalan- “sólo tienen un costo fiscal del 0.11% del PBI”.
A la par, el kirchnerismo quiere sacar leyes que ya tienen media sanción de Diputados, como la recomposición de las jubilaciones y la declaración de emergencia en Discapacidad.