Luego de que se llevara a cabo la realización del Primer Foro para discutir la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo fue cuestionada en la mañanera sobre el asunto.
La respuesta
“Va a ser algo gradual y por eso son los foros, no se trata de imponer nada ni de que sea de un día para otro, entonces los trabajadores de la manufactura, los trabajadores de los servicios y los empleadores van a estar en las mesas de trabajo”, respondió la mandataria quien subrayó que el objetivo de esta reforma no es afectar la economía nacional, sino avanzar en el mejoramiento de las condiciones laborales de millones de trabajadores.
Recalcó que la medida responde a una demanda histórica del sector laboral, pero aclaró que el camino hacia su implementación se basará en el diálogo y no en la imposición, sostuvo.
En el foro, que marcó el inicio formal del debate sobre la reducción de la jornada laboral, contó con la participación de sindicatos, cámaras empresariales, expertos en derecho laboral, y representantes del Gobierno con la intención de generar un consenso que permita llevar a cabo la reforma sin impactos negativos para la productividad, en línea con los avances logrados en sexenios anteriores.
La titular del Ejecutivo puso como ejemplo los recientes cambios laborales, como el incremento al salario mínimo, la regulación del outsourcing y la reforma al sistema de pensiones, en cuyos casos, recordó, se logró un equilibrio gracias a mesas de trabajo previas con los sectores involucrados. “No ha habido ninguna reforma laboral que se haya hecho sin diálogo. Siempre hemos apostado por procesos abiertos, responsables y con respeto al sector productivo”, aseveró.
El objetivo
Además de mejorar la calidad de vida de los trabajadores, la reducción de la jornada laboral también busca alinearse con estándares internacionales, ya que Organismos como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han señalado que una menor carga horaria semanal puede traducirse en mayor bienestar, sin comprometer el rendimiento económico, siempre que se acompañe de medidas adecuadas de implementación.
En el debate sobre las 40 horas semanales también toca puntos clave como la salud mental, la productividad sostenible y el derecho al tiempo libre. Por ello, la presidenta enfatizó que este proceso incluirá análisis técnicos, experiencias comparadas y escucha activa de todos los actores del sector. «Se busca un diálogo franco, abierto, siempre buscando el beneficio de los trabajadores“, expresó.