La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha minimizado las recientes acusaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra tres entidades financieras del país por supuesto lavado de dinero de los cárteles, procedente del tráfico de drogas. «No hay pruebas, son dichos», ha asegurado.
«No hay ninguna prueba de dónde está ese lavador de dinero», ha dicho este jueves la mandataria en su habitual rueda de prensa matutina. Sheinbaum ha insistido en que esas acusaciones han de probarse, después de lo cual, ha reiterado, las autoridades mexicanas actuarán.
«Ni lo negamos ni lo aceptamos, si hay pruebas (…) se actúa administrativamente e incluso penalmente. Se tiene que demostrar que hubo lavado de dinero, no con dichos sino con pruebas contundentes», ha reafirmado.
Al igual que ya hiciera en la víspera el Ministerio de Hacienda, Sheinbaum ha recordado que las autoridades financieras mexicanas ya investigaron a las entidades financieras marcadas por Estados Unidos, pero sólo se hallaron «faltas administrativas, que no son prueba de lavado de dinero».
Sheinbaum ha aprovechado para remarcar que la relación con Estados Unidos ha de ser de colaboración, no de sumisión. «México es un gran país (…) no somos la piñata de nadie, a México se le respeta», ha advertido.
Este miércoles, el Tesoro de Estados Unidos señaló a –CIBanco, Intercam, Vector–, con las que prohibió llevar a cabo cierta transacciones financieras por su relación con el blanqueo de capitales procedente del tráfico de fentanilo a través de empresas chinas.
Según estas acusaciones, estas tres entidades operaron para organizaciones criminales tales como el Cártel de los Beltrán Leyva, el de Jalisco Nueva Generación, o el Cártel del Golfo.
