En una de las escenas más memorables de White Lines, la protagonista sentencia: “La verdad está sobrevalorada”. Esta reflexión, hecha por Zoe, la hermana del DJ cuyo misterioso asesinato desencadena la historia, resume la complejidad emocional que la serie despliega a lo largo de sus diez episodios. Así se define el corazón de este thriller internacional disponible en Netflix, que entrelaza misterio y drama bajo el sol de las playas españolas y la penumbra de los suburbios ingleses.
Argumentos para ver esta serie hay unos cuantos: creada por Álex Pina, reconocido como el exitoso creador de La casa de papel y Vis a Vis, se erige como una producción que trasciende la típica historia de suspense llena de policías. Narra la investigación personal de Zoe, una mujer sin experiencia en indagaciones criminales, que viaja de Inglaterra a España tras el hallazgo de un cadáver en el desierto de Almería.
El cuerpo, en avanzado estado de descomposición, resulta ser el de Alex Collins, un joven DJ británico que dos décadas antes abandonó Manchester buscando fama en Ibiza. De acuerdo con la sinopsis, el descubrimiento de la víctima desencadena una exploración de “esas líneas que separan la verdad de la mentira, tan borrosas en el universo de la serie”.
Un reparto con actores españoles y británicos
El argumento se despliega como un viaje emocional a partir de la misión de Zoe, motivada por la inquietud de descubrir el destino de su hermano. El relato no solo explora el enigma del asesinato, sino también el conflicto entre los impulsos autodestructivos y los vínculos que afloran en situaciones extremas.
El contraste visual y emocional constituye uno de los elementos distintivos que propone Pina. La serie alterna la melancolía gris de Manchester con los tonos vivos de la costa española. La tensión del paisaje no es otra la tensión de un drama entre dos mundos lleno de pasiones y rivalidades secretas. Familias enfrentadas, venganzas y relaciones fundadas tanto en la lealtad como en la traición atraviesan la narración a través de diferentes encuentros y desencuentros llenos de sorprendentes giros de guion.
Al tratarse de una coproducción entre España y Reino Unido, el elenco combina talentos británicos y españoles, entre ellos Laura Haddock, Tom Rhys Harries, Marta Milans, Juan Diego Botto y Pedro Casablanc, quienes se adaptan perfectamente a sus personajes.
Una serie “capaz de dejar huella”
En el ámbito de la recepción, la serie ha generado reacciones divididas. Los usuarios de Google le dan un 71% de aprobación, Rotten Tomatoes un 67% y IMDb una puntuación de 6,6 sobre 10. Sin embargo, si en algo ha destacado esta miniserie según la opinión de gran parte de la crítica es en su “capacidad de dejar huella”. “No es una serie fácil de olvidar”, destacan los expertos, que han valorado positivamente tanto la ambigüedad moral de los personajes como el contraste de atmósferas y lugares para recrear un universo lleno de sospechas.
De este modo, White Lines se presenta como una propuesta singular: un thriller que, lejos de ofrecer respuestas sencillas, desafía las certezas del espectador hasta el desenlace y le sitúa ante “esa línea larga y difusa” en que la verdad se disuelve en el caos de las emociones y las motivaciones humanas.