Simbiosis, “una asociación íntima y prolongada entre organismos de diferentes especies, donde al menos uno de los organismos se beneficia de la relación”, dice un diccionario de biología. El término también se usa para ciertas relaciones humanas, donde la medida o intensidad puede dar una idea de hasta qué punto una relación es beneficiosa o no. Fue el término con el que el ministro Luis Caputo definió el tipo de relación que tiene con Javier Milei: “No debe haber en la Argentina un antecedente de dos personas que se lleven mejor que el Presidente y yo. Tenemos simbiosis”.
Se nota en su actitud y sus palabras. Caputo viene dando muestras de haber adoptado el lenguaje agresivo de su jefe. “Mienten”, repite sobre políticos, “periodistas ensobrados y un montón de colegas” que se atreven a dudar de sus pronósticos y plantear visiones diferentes. Sobre esos economistas, “hay un montón de gente que les paga a tipos que están mandando empresas a la quiebra porque desde hace 18 meses les están haciendo creer que el dólar se va a ir a $5000”. Ningún economista predijo ese nivel de devaluación, y sobre la cantidad de empresas que supuestamente están cayendo en quiebra no parece haber datos que lo avalen. Si así fuera, debería ser una preocupación para el ministro, más allá de las palabras.