WASHINGTON.- Sin la presencia del presidente Donald Trump, la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca celebró el sábado su tradicional gala anual en medio de preocupaciones por las amenazas a la libertad de prensa.
La cena, tan concurrida como en años anteriores, tuvo un ambiente más discreto en el que el presidente de la Asociación de Corresponsales (WHCA), Eugene Daniels, no mencionó directamente a Trump pero defendió a la prensa contra sus ataques.
“Nosotros no somos enemigos del pueblo ni somos enemigos del Estado”, afirmó Daniels, durante la cena, en un contexto en el que Trump ha alimentado la desconfianza general hacia los medios de comunicación.
Por décadas, era la WHCA la que regulaba, por ejemplo, el acceso de los periodistas al presidente en el Despacho Oval o en el avión presidecial Air Force One. En una de sus primeras medidas, Trump decidió que será el gobierno quien se reserve en adelante esa atribución
En una entrevista al sitio especializado Status News, en referencia a la cena anual, Daniels destacó que se trata de “celebrar la Primera Enmienda” de la Constitución estadounidense la cual garantiza la libertad de prensa.
Las celebraciones, que incluyen un fin de semana de cócteles y otras actividades sociales de las élites políticas y mediáticas de Washington, fueron modificadas, según Daniels, para “adaptarse al estado de ánimo” de sus miembros.
Desde que asumió nuevamente la presidencia el pasado 20 de enero, Trump ha tratado de neutralizar a los medios de comunicación mediante una serie de medidas que, según sus críticos, son inconstitucionales.
“Sigan avanzando, sigan luchando, y sin miedo”, instó a sus colegas el periodista televisivo Anthony Zurcher, de la BBC, reconocido por su cobertura de la guerra en la Franja de Gaza.
En cuanto a la cena anual, siempre fue habitual que los presidentes asistan a la velada animada por un comediante, departan con los periodistas o pronuncien un discurso jocoso, incluso burlándose de sí mismos.
Pero como ya lo hizo en su primer mandato (2017-2021), Trump evitó la gala y anunció que tampoco asistiría este año luego de estar presente este sábado en el funeral del papa Francisco en Roma, aunque para el momento de la zona ya se encontraba de regreso en suelo norteamericano.
Por otro lado, la WHCA había anunciado su decisión de cancelar la participación de la comediante Amber Ruffin para garantizar que la atención se centre en los premios y las becas en vez de hacerlo “sobre las divisiones políticas”.
En un podcast del mes pasado Ruffin se había referido al nuevo gobierno como “un poco como una banda de asesinos”.
Comedian Amber Ruffin says she’s not worried about making her jokes palatable at the upcoming White House Correspondents’ Dinner, where President Trump may make an appearance. pic.twitter.com/xvi4cDceIG
— AP Entertainment (@APEntertainment) February 20, 2025
Tras conocerse la decisión de no invitarla este año a la cena, Ruffin también tuvo una respuesta mordaz.
“La razón por la que tenemos una prensa libre es para ser amables con los republicanos durante cenas elegantes”, respondió en el programa del humorista Seth Meyers.
En 100 días en la Casa Blanca, Trump ha relanzado su estrategia para remodelar el panorama mediático estadounidense, que sigue ofreciendo signos de resistencia.
Desde el 20 de enero, por ejemplo, restringió el acceso a la agencia de noticias estadounidense Associated Press porque se negó a llamar “golfo de America” al golfo de México, según lo dispuso Trump en una de sus primeras medidas.
El gobierno del magnate también comenzó a desmantelar las “voces” de Estados Unidos en el extranjero, como Voice of America, Radio Free Europe/Radio Liberty y Radio Free Asia, mientras que la financiación federal de las emisoras públicas NPR y PBS está bajo amenaza.
Trump también emprendió ataques legales contra la cadena de televisión privada CBS y el periódico The Des Moines Register, y obligó a ABC (grupo Disney) a pagar 15 millones de dólares bajo amenaza de demanda por difamación.
Agencias AFP y AP