En el más reciente informe entregado por la Policía Nacional, Sincelejo fue destacada por presentar las tasas más bajas de hurtos y homicidios de todo el país, situándose como la ciudad más segura de Colombia hasta septiembre de 2025. Esta cifra contrasta con la realidad de otras capitales colombianas, donde el crimen sigue en aumento o se mantiene sin reducción significativa.
El balance oficial de la Policía Nacional ubica a la capital de Sucre en el primer puesto nacional en la reducción del delito de hurto a comercio, con una tasa de 30,9 casos por cada 100.000 habitantes y una disminución del 49 % frente al mismo lapso de 2024. Este descenso supera por amplio margen al de otras ciudades y responde a una política de seguridad implementada a lo largo de este año.
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En el caso de hurto a personas, Sincelejo mantiene el liderazgo junto a Manizales, ambas con una incidencia de 137,7 casos por cada 100.000 habitantes. Esta estadística representa una baja del 23% respecto al año anterior y establece una brecha sustancial frente a otras capitales como Bogotá (1.262), Medellín (642), Cali (597) o Barranquilla (562), donde se presentan cifras hasta ocho veces más elevadas.
El panorama positivo en materia de seguridad tiene particular relevancia si se toma en cuenta que Sincelejo fue, en 2023, la 25ª ciudad más insegura del mundo, la segunda más peligrosa de Colombia y la urbe con mayor índice de violencia en la región Caribe. Hoy, ese panorama ha variado sustancialmente a partir de la puesta en marcha de un modelo integral de intervención.
Estrategias implementadas y su impacto
La administración local, bajo el liderazgo del alcalde Yahir Acuña, adoptó la estrategia “Sincelejo, Ciudad Segura”, articulando los esfuerzos de la Policía Nacional, el Ejército, la Armada, la Fiscalía General de la Nación y la estructura judicial local. Este modelo incluyó la creación del Bloque de Búsqueda contra el Multicrimen, unidad que se dedicó a desarticular estructuras criminales dedicadas a múltiples delitos, entre ellos el microtráfico, la extorsión y el hurto a residencias y motocicletas.
El mandatario destacó que “los homicidios en Sincelejo han disminuido más de 62 % frente a 2022 y más de 72 % respecto a 2023, año en el que la ciudad fue catalogada como la 25ª más insegura del mundo. Hoy, ese panorama cambió radicalmente”.
El alcalde explicó que el éxito de estas cifras se debe a un trabajo coordinado entre la fuerza pública, la Fiscalía, la Rama Judicial y una ciudadanía activa vinculada a programas de prevención.
Las estadísticas más recientes demuestran una histórica reducción del 78 % en homicidios en septiembre de 2025 frente al mismo mes de 2024, con apenas tres incidentes reportados. Por primera vez, la ciudad pasó el mes de julio sin registrar homicidios, hecho calificado como “histórico” y reconocido públicamente por el presidente Gustavo Petro y el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, durante sus intervenciones públicas.
Políticas sociales y prevención
Junto a la ofensiva policial, Sincelejo ha apostado por trabajos de prevención con iniciativas sociales como “Jóvenes de Paz”, que involucra a jóvenes que estuvieron en contextos de vulnerabilidad o expuestos a la delincuencia urbana.
Estos programas promueven acuerdos de no agresión, formación y acceso a oportunidades de empleo, buscando atenuar la reincidencia y consolidar entornos seguros en barrios históricamente golpeados por la violencia.
El modelo integral ha comenzado a ser replicado en ciudades como Cali y Medellín.
Debates y retos pendientes
La consolidación de Sincelejo como referente de seguridad, según reconoce la administración municipal, depende de sostener la coordinación entre instituciones y garantizar la presencia activa de la ciudadanía en las acciones preventivas. El uso de frentes de seguridad privados a cargo de exintegrantes de la fuerza pública, avalado por el gobierno local y amparado jurídicamente, ha generado debate nacional. Distintas voces advierten sobre los riesgos de prácticas irregulares, mientras la administración local defiende la legalidad y complementariedad de estos mecanismos en espacios públicos.