La pareja formada por Sofía Suescun y Kiko Jiménez sigue protagonizando uno de los culebrones del verano. Después de los rumores que vinculan a la influencer con Juan Faro y de la presión mediática y familiar a la que están sometidos, su día a día permanece en absoluto hermetismo.
Un día más, el habitual repartidor se acercó hasta la casa de la pareja para intentar entregar un pedido. Sin embargo, nadie respondió a la llamada: ambos continúan desaparecidos, recluidos en su domicilio y sin dar señales de vida, ante los problemas familiares y la repercusión del presunto affaire que ha salpicado a la ganadora de ‘Gran Hermano’.
Mientras tanto, los movimientos dentro de la casa son mínimos. Sofía y Kiko, ajenos a la polémica y evitando cualquier contacto con la prensa y el exterior, han decidido poner la música a todo volumen y disfrutar del día al ritmo de Karol G, tal y como se podía escuchar desde el exterior de su domicilio. La pareja se mantiene aislada, sin salir a la calle ni atender a repartidores o a la prensa, en un intento de proteger su intimidad y de calmar el temporal mediático que los rodea.
En medio del silencio, la relación parece tambalearse, alimentando las especulaciones sobre su futuro y dejando a sus seguidores a la espera de que, en algún momento, decidan romper el mutismo y aclarar la situación.