Diez estudiantes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) representarán a la Argentina en la competencia CanSat 2025, una iniciativa académica internacional de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) que desafía a jóvenes a diseñar, construir y lanzar un satélite del tamaño de una lata. La final se celebrará del 5 al 8 de junio en Virginia, Estados Unidos, y reunirá a 40 equipos de más de una decena de países.
CanSat, la competencia de la NASA a la que clasificaron diez argentinos
Según se detalla en el sitio web oficial, la competencia CanSat – organizada por la American Astronautical Society (AAS) y patrocinada por organizaciones como la NASA, Lockheed Martin y Siemens- pone a prueba a equipos universitarios que deben desarrollar un sistema aeroespacial funcional.
El proyecto propone a los equipos construir un satélite miniatura con un tamaño máximo equivalente al de una lata de gaseosa. La carga útil debe resistir el lanzamiento a bordo de un cohete que lo elevará a unos 700 metros de altura, desde donde se liberará y comenzará su descenso controlado.
Durante la caída, el sistema deberá cumplir con una serie de objetivos técnicos que simularán etapas clave de una misión espacial real.
La fase inicial del descenso requerirá el despliegue de un paracaídas que reduzca la velocidad a 20 metros por segundo. Luego, se activará un mecanismo de autogiro mediante palas pasivas que permitirán mantener una caída más lenta y estable, a cinco metros por segundo. Esto ayudará al dispositivo a recolectar datos con sensores durante toda la trayectoria.
Quiénes son los estudiantes argentinos y cómo llegaron a la final de competencia espacial
“Un grupo de estudiantes del ITBA diseñó y construyó un satélite para participar en la CanSat Competition, una competencia internacional que simula una misión aeroespacial a pequeña escala”, publicaron en Instagram desde la Universidad.
El equipo argentino, parte de la sede local de Students for the Exploration and Development of Space (SEDS) de ITBA, está integrado por estudiantes de distintas carreras de ingeniería como electrónica, industrial, mecánica, informática y bioingeniería. Entre ellos se encuentran:
- Ezequiel Bolzicco
- Daniela Maradei
- Agustín Haarth
- Rafael Dalzotto
- Micaela Perillo
- Thomas Marthi
- Agustín Pilotto
- Santino Agosti
- Emanuel Albornoz
- Santiago Bolzicco
- Eduardo Barbier (acompaña al equipo como ingeniero espacial)
Durante meses trabajaron en la creación del prototipo, desde la etapa conceptual hasta los ensayos finales. Comenzaron en enero con sesiones de diseño, desarrollaron prototipos mediante impresión 3D, construyeron placas electrónicas y presentaron documentación técnica en inglés de más de 170 páginas que debieron defender frente a expertos del sector aeroespacial.
En la edición 2025 de esta competencia participaron 67 equipos de 19 países. Solo 40 lograron avanzar a la instancia presencial en EE.UU. El equipo argentino, que quedó en segundo lugar en la clasificación global, será el único representante de ese país y uno de los pocos de Latinoamérica, junto a México y Costa Rica.
“Desde un inicio sabíamos que íbamos a representar a la universidad, pero al enterarnos de la clasificación nos dimos cuenta de que íbamos a representar a la Argentina”, compartió uno de los integrantes en un video publicado en Instagram.
“En ese momento personalmente sentí una gran emoción porque ya no era un desafío de representar a la universidad sino a todo un país frente a un montón de naciones que son ampliamente superiores, tecnológicamente hablando”, agregó.
Requisitos técnicos y desafíos del proyecto CanSat
El CanSat debe estar dividido en dos partes: el “container”, que es la carcasa externa encargada de soportar el acoplamiento con el cohete, y el “payload”, que es la carga útil que contiene todos los componentes electrónicos y sensores.
Una de las etapas más complejas de la misión es el momento en que el payload se separa del container y despliega su sistema de hélices pasivas, sin motores, para lograr un descenso autónomo y sostenido. Esta técnica, conocida como autogiro, requiere de precisión mecánica y de una integración robusta para evitar fallos en vuelo.
Para monitorear el cumplimiento de los más de 85 requisitos técnicos del reglamento, el equipo implementó una herramienta de control basada en hojas de cálculo interactivas, que le permitió rastrear el avance de cada elemento en tiempo real.
El prototipo fue desarrollado íntegramente por los estudiantes, desde el diseño del sistema de recuperación hasta la elección de componentes electrónicos, que incluyeron sensores de alta precisión de Bosch y un sistema de control FOC (Field Oriented Control) para el motor, una tecnología utilizada en sistemas de alto rendimiento.
Qué pasará con el equipo argentino en la etapa final del CanSat 2025
La competencia final en Virginia, EE.UU., será una oportunidad para el equipo argentino de poner a prueba el prototipo en condiciones reales, con lanzamientos supervisados por técnicos especializados, y la posibilidad de presentar su desempeño ante una audiencia internacional.
SEDS ITBA ya cuenta con experiencia previa en la competencia. En ediciones anteriores, lograron el quinto lugar global en 2024 y fueron reconocidos como el mejor equipo de Latinoamérica. Esta vez, buscarán superar ese logro y posicionar aún más alto a la ingeniería argentina.