Son españoles y emigraron a EE.UU., pero cuando volvieron a su país encontraron su casa ocupada: “No me voy”

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Nuria y Sebastián Calvo, un matrimonio de creadores de contenido de España, emigraron con sus pequeños hijos a Estados Unidos. Como su idea era asentarse allí a largo plazo, alquilaron su casa en Europa y comenzaron a tramitar su green card. Sin embargo, cuando a ella le diagnosticaron cáncer, decidieron volver a su país para hacer el tratamiento y estar acompañados de sus afectos. Le avisaron a su inquilino que regresarían antes de lo previsto y le dieron un plazo para que encontrara una nueva vivienda, pero recibieron una respuesta inesperada: “No me voy”.

El momento crítico que cambió sus planes y la angustia por recuperar su casa

Nuria, una influencer española que junto a su esposo Sebastián comparte contenido de viajes por el mundo, contó el calvario que tuvieron que pasar para recuperar su hogar al regresar a su país. «Imagínate que vienes con tus maletas y con tus hijos pequeños y quieres entrar en tu casa, pero resulta que no puedes porque hay un señor que, aunque por contrato debería de haberse ido hace meses, ha decidido que no se va», comentó en un video publicado en su canal de YouTube.

La mujer relató que cuando decidieron mudarse de España a Florida, alquilaron su vivienda en España. “Nuestra única casa”, aclaró. Lo hicieron de modo legal, con un contrato de arrendamiento que incluía una cláusula que les permitiría recuperar la propiedad con dos meses de aviso previo al inquilino.

Por ello, cuando en noviembre del año pasado a Nuria le diagnosticaron cáncer, decidieron volver a España. Su intención era viajar para estar cerca de sus amigos y seres queridos y que ella pudiera tratarse y recuperarse en su hogar.

Le avisaron al arrendatario con cinco meses de antelación -tres meses más que el tiempo estipulado en el contrato- que debía desocupar la vivienda, pero él se negó. Según la pareja, el hombre —identificado como Pepe— alegó dificultades para encontrar una vivienda similar, a pesar de contar con un empleo estable y buenos ingresos. “Vamos a tener un problema”, les advirtió el ocupante.

De la negativa a irse de la casa, a la extorsión: el calvario que vivió un matrimonio español

Tras explicarle al inquilino que debían recuperar su casa por un problema de salud imprevisto, y tras agotar todas las instancias de diálogo, la pareja recurrió a la justicia y formalizó el pedido de desalojo.

Contrataron un abogado para saber cómo proceder, y el profesional les aclaró que, incluso cuando tenían razón y tenían hijos menores y una enfermedad grave para justificar el pedido de desalojo, el proceso judicial podía demorar hasta un año. Por ello, les dijo que intentaran ofrecerle al hombre que no pagara los últimos meses de alquiler, como resarcimiento. No funcionó.

La familia completa, antes de emigrar a EEUU

La situación escaló cuando el ocupante les exigió dinero para irse. Nos pidió una cantidad de dinero antes del 5 de mayo o él no se iba de nuestra casa”, afirmó Nuria. Además, dejó de pagar la luz y servicios y les reclamó dos meses de alquiler por adelantado, sumado a la exención del último mes que le habían otorgado.

El inquilino, que resultó ser abogado, les advirtió que conocía el procedimiento legal y que si no accedían a su pedido, el juicio podría alargar su permanencia. «No pasa nada, denúnciame. Tienes que esperar al 31 de mayo, que es el ultimátum que me dist, habría respondido.

Cómo lograron recuperar su casa y su consejo a otros propietarios

En un intento por resolver el conflicto sin confrontaciones mayores, la pareja le enviaba al inquilino anuncios de viviendas disponibles en la zona. También le compartieron informes médicos para demostrar la gravedad de la situación. «No solamente nos robó nuestra casa, sino que nos robó nuestra paz, nuestra tranquilidad, nuestro sueño durante muchos meses», expresó la influencer.

Finalmente, el ocupante abandonó la propiedad el 31 de mayo, luego de que la pareja accediera a sus demandas económicas. No le cobraron el último mes que vivió en su propiedad y, además, le dieron una suma en efectivo equivalente a dos meses de renta. Así, el 5 de junio, pudieron volver a entrar a su hogar.

Las últimas fotos en Florida, antes de emprender el regreso  a España

«No sabéis el estado de calma que he anhelado durante cinco o seis meses y que ahora puedo tener en estas cuatro paredes, con mi sofá, mis cuadros, mi lavadora, mis cosas«, describió Nuria al hablar del alivio de recuperar su inmueble.

Pese a que la vivienda no sufrió daños, el proceso dejó una huella en su salud y en su confianza para alquilar nuevamente. «Es la primera vez que hemos alquilado nuestra casa en 18 años, y probablemente sea la última», afirmó. Antes de cerrar su historia, le dejaron un consejo a otras personas que vayan a rentar sus viviendas: chequear los antecedentes del inquilino y “contratar un seguro”.

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