A la edad en la que la mayoría de los chicos se dedica a jugar, Alana y Arantza Urbina Ruiz, dos niñas venezolanas de 12 años, crearon un exitoso emprendimiento de carritos gastronómicos en Miami, Florida. Tras prometer que no iban a descuidar los estudios, y luego de quedar destacadas en el cuadro de Honor del colegio, obtuvieron el permiso de sus padres para arrancar con su proyecto. En pocos meses creció tanto, que su madre se sumó y ahora trabaja para ellas. “Tuvimos la idea en vacaciones y en enero hicimos nuestro primer evento”, contaron.
De la idea a la realidad: así nació el emprendimiento de las hermanas venezolanas
La idea apareció en diciembre de 2023. En ese momento, las mellizas empezaron a soñar con tener su propio carrito de comidas, donde fusionar distintos platos y sabores. Estaban en vacaciones y le contaron su plan a sus padres, explicaron en una entrevista al Programa Primer Impacto, de Univision. La condición para poder empezar su negocio era salir en el Cuadro de Honor del Colegio. Y cumplieron.
“Debo confesar que yo pensé que eso no iba a suceder”, relató la madre de las niñas, Mandy Ruiz Pisani. Se equivocó. “En diciembre, cuando me llega la carta que las dos quedaron en el Cuadro de honor, yo dije: ‘Uy, ok, ahora sí me toca comprar el carrito’”, contó entre risas.
Junto con su esposo decidieron apoyar el sueño de las chicas. Y les compraron el primer carrito para que pusieran en marcha su emprendimiento. “Mi esposo me decía: ‘¿Qué es lo peor que puede pasar? Que quede como un tender de ropa ahí en la casa’”, recordó la mujer.
Eso no pasó. El negocio fue un éxito. Hoy las hermanitas son dueñas del emprendimiento que bautizaron Le chic food cart y tienen no uno, sino seis carritos: uno de hot dogs, otro de chori panes, otro con comida cetogénica, uno de arepas y otros dos con diferentes platos, que ofrecen sus servicios para eventos.
El crecimiento inesperado del negocio de las niñas
Con el correr de los meses, la demanda de eventos y servicios gastronómicos superó las expectativas. Mandy, la madre, tomó una decisión clave: dejó su trabajo para acompañar el crecimiento del proyecto. “Hoy en día trabajo 100% para mis hijas», explicó,
Mientras las niñas estudian, Mandy se encarga de cubrir los eventos. “Cuando hay un evento en la mañana, tengo que ir yo. Las dejo en el colegio, me voy al evento, monto todo, les paso la foto, ellas aprueban, mueve esto, quita esto y después las busco y así sucesivamente”, relató.
La organización del negocio se divide según las fortalezas de cada hermana. “Mi fuerte son los números. Como hay cosas que aún no entiendo, y mi papá también es muy bueno con números, él me ayuda”, contó una de ellas. La otra dijo que se concentra en el área creativa: “Yo me encargo del marketing y mi mamá me ayuda con los videos”, agregó su melliza.
Estudiar en la universidad y apoyar a otros emprendedores: sus planes para el futuro
Las hermanas Urbina Ruiz saben lo que quieren. El dinero que ganan con su negocio tiene un destino claro. “Una parte lo reinvertimos y la otra lo guardamos para cuando vayamos a la universidad”, dijeron.
Además de estudiar en la escuela, ambas cursan formación en marketing digital y mentalidad empresarial. Según contaron, más adelante quieren ayudar a otros inmigrantes a emprender. “Nos vamos a concentrar en ayudarlos para que ellos puedan hacer lo que les gusta y para que puedan tener las herramientas para empezar su negocio”, explicaron.