
Entre las cuestiones que la seleccionadora Sonia Bermúdez abordó tras la conquista frente a Alemania, una de las más destacadas fue la importancia del respaldo familiar en las gradas durante el partido decisivo de la Liga de Naciones femenina, elemento que, en palabras de la entrenadora, añadió una dimensión emotiva y especial al título logrado. La presencia de seres queridos y el acompañamiento constante de la afición se incorporaron al relato del éxito como motores que excedieron el plano deportivo y acompañaron el avance del fútbol femenino español en una cita considerada determinante. Según consignó el medio responsable de la cobertura, Bermúdez declaró que la principal satisfacción del resultado no se asocia a una sensación de alivio o liberación personal, sino a la felicidad de las futbolistas y de quienes integran el entorno del equipo nacional, con especial énfasis en el trabajo común y el esfuerzo coordinado de todo el grupo.
En su intervención posterior al triunfo ante la selección germana, reportó el medio, Bermúdez insistió en que la relevancia del éxito recae en el mérito colectivo, en la cohesión interna y en el compromiso que ha guiado a jugadoras, cuerpo técnico y entorno a lo largo de la campaña. La seleccionadora situó el centro de su discurso en el reconocimiento para quienes han acompañado a la selección tanto en el terreno de juego como desde fuera, subrayando que el proceso sobresale por el impacto positivo hacia las personas involucradas y por el valor que esta etapa ofrece para el proyecto nacional.
A lo largo de la rueda de prensa, Bermúdez profundizó en los elementos tácticos que permitieron asegurar la victoria contra Alemania. En las declaraciones recogidas por el medio, relató que la fortaleza defensiva demostró ser uno de los pilares principales del equipo español en el torneo, reflejada en la ausencia de goles en contra a lo largo de los cuatro encuentros disputados. Según la entrenadora, la solidez defensiva respondió a la coordinación táctica y a la respuesta colectiva a las exigencias del encuentro final, donde el grupo supo leer las necesidades del partido y aplicar correcciones en relación a los errores detectados en enfrentamientos previos.
Tal como detalló el medio informativo, el planteamiento propuesto por Bermúdez apostó por una presión constante desde el inicio y por una actitud enfocada en dificultar el avance del combinado alemán. El equipo ajustó su estructura para bloquear los intentos ofensivos rivales y mantener la intensidad en cada fase del juego, logrando imponer la cohesión y el esfuerzo común durante la totalidad de los noventa minutos.
En el análisis individual, la seleccionadora atribuyó parte del éxito a la actuación de jugadoras como Mariona Caldentey, Laia Aleixandri y Alexia Putellas, quienes, de acuerdo con el medio, sobresalieron por su capacidad para ejecutar labores específicas y asumir responsabilidades dentro del dispositivo defensivo y ofensivo. Bermúdez subrayó que el grupo supo interpretar las instrucciones dirigidas a limitar las transiciones rápidas del rival y cerrar los espacios que pudieran derivar en oportunidades de gol para Alemania, incrementando el control tanto en la recuperación como en la cobertura.
El desempeño de las futbolistas más jóvenes también fue objeto de valoración durante la comparecencia, según reportó el medio. Bermúdez hizo referencia al aporte de Claudia Pina, responsable de dos tantos a lo largo del campeonato, por su capacidad para definirse en situaciones de presión y adaptarse a las exigencias del juego ofensivo. Vicky López recibió un reconocimiento particular por su potencia física, desborde por el centro y por los extremos, así como por la madurez y personalidad que la entrenadora consideró especialmente significativas para su edad. “Tiene una personalidad que llama la atención y una proyección enorme en este equipo”, afirmó Bermúdez sobre la jugadora.
Las decisiones tácticas implementadas en la final incluyeron modificar el comportamiento del equipo por ambos flancos. Según informó el medio, la entrenadora explicó que la banda izquierda se diseñó para situar a una futbolista en posición estática que recibiera el esférico, mientras que en la derecha se buscó explotar los espacios que generaba la lateral rival, aumentando así la profundidad del ataque español y el desequilibrio en situaciones ofensivas.
La gestión de bajas dentro del plantel también formó parte del desarrollo táctico del equipo, señaló el medio. Bermúdez expuso el caso de Laia Aleixandri, quien debió actuar en un rol diferente por la ausencia de Patri Guijarro y cuya rápida adaptación permitió mantener el esquema propuesto. La entrenadora consideró ejemplar la capacidad de Aleixandri para responder a las nuevas demandas y enfatizó la importancia de la flexibilidad táctica entre las integrantes de la plantilla.
En cuanto a los criterios de convocatoria y conformación del grupo, Bermúdez reiteró la posición del cuerpo técnico respecto a valorar el estado de forma por encima de la antigüedad o de la juventud. “Esto va de rendir, las que mejor estén vienen y así seguiremos haciendo”, manifestó la seleccionadora, quien, según consignó el medio, rechazó la idea de un relevo generacional automático, apostando en su lugar por el equilibrio del vestuario y el aporte concreto de cada futbolista.
Consultada sobre el futuro internacional de la selección y el objetivo del Mundial de 2027, la entrenadora declaró que la prioridad se sitúa en consolidar el rendimiento mostrado y en asegurar la clasificación al torneo, admitiendo la complejidad que supone enfrentar a un equipo alemán de alto nivel competitivo. La seleccionadora valoró cada avance como resultado de la exigencia creciente del fútbol femenino y ponderó el progreso sostenido del proyecto nacional.
La dinámica de la relación con la prensa y la percepción externa del grupo también fueron temas planteados en la rueda de prensa, según el medio. Bermúdez sostuvo que la valoración del rendimiento de la selección corresponde a los periodistas, aunque expresó satisfacción por la estabilidad defensiva y la respuesta mostrada ante dificultades y oportunidades en contra. Insistió en que el equipo logró mantener la portería invicta hasta el partido final y gestionar la presión propia de una competición internacional de máxima exigencia.
Al referirse a su vivencia personal liderando la selección, Bermúdez manifestó su entusiasmo por el grupo al que dirige, según reportó el medio. Destacó que, como exjugadora, apreciaría los logros obtenidos por la actual generación, reconociendo tanto el mérito deportivo como la fortaleza humana del colectivo que integra el proyecto de la selección femenina.
En el cierre de su exposición ante los medios, la seleccionadora expuso la intención de continuar elevando el nivel competitivo del grupo, manteniendo como principio la cohesión interna y optimizando permanentemente los recursos técnicos y tácticos disponibles. Bermúdez señaló que la etapa alcanzada responde al esfuerzo mancomunado de todas las partes involucradas y a la exigencia que implica representar al fútbol femenino nacional en escenarios de máxima visibilidad, de acuerdo con la información suministrada por el medio encargado de la cobertura de la final.
