No se registraron irregularidades en el sorteo del 9 de mayo del 2025 de la Lotería de Medellín en el que Luisa Jaramillo, esposa del ex subgerente comercial de la compañía, Rubén Darío Callejas, ganó un premio seco de mil millones de pesos.
Tras finalizar su visita a las instalaciones, la Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Juegos de Suerte y Azar (CNJSA) dio a conocer que el sorteo 4782 ocurrió bajo las “dinámicas propias de los juegos de suerte y azar, donde el resultado es aleatorio y no depende de la voluntad de los participantes ni de la entidad operadora”.
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Desde el CNJSA informaron que el premio se jugó con equipos certificados, en condiciones controladas y sin evidencia de manipulación o alteraciones.
Asimismo, se realizó la trazabilidad del billete comprado y se dio con el punto y la fecha en el que fue adquirido. Y se realizaron una serie se auditorias internas y una externa forense para comprobar que Calklejas no interfiriera en la elección de los números.
Además, “no existe disposición que prohíba expresamente la compra de billetes de lotería por funcionarios de las entidades operadoras”.
Jaramillo, como los demás concursantes de la Lotería de Medellín habría ganado, únicamente por la suerte, el premio seco de 1.000 millones. Lo que, tranquiliza a otros jugadores y llevó a la compañía a comprometerse en crear una política institucional sobre la participación de empleados y sus familias, permitir la observación ciudadana, buscar la certificación NTC 6767 y analizar si el caso debe ser expuesto ante la Unidad de Información y Análisis Financiero.
¿Qué dijo Jaramillo sobre el premio ganado?
Días antes, en respuesta a los cuestionamientos en redes sobre el origen de su premio, Jaramillo precisó que tanto ella como su familia estaban dispuestos a colaborar con las investigaciones necesarias para demostrar la legalidad del proceso. En un video publicado en su cuenta de Instagram se refirió a la revisión de “dos auditorías, una interna y otra externa”, así como al acceso a más de diez horas de grabaciones y a la verificación exhaustiva de bases de datos y procedimientos, para garantizar la transparencia del sorteo.
El escándalo sacudió la reputación de la Lotería de Medellín y generó dudas sobre la pareja, luego de que circulara la versión de que Jaramillo se había alzado con el premio mayor mientras Callejas ocupaba un alto cargo en la entidad. Las dudas se multiplicaron al viralizarse en plataformas digitales la supuesta manipulación del exsubgerente comercial con uno de los billetes ganadores. Esta situación llevó a Callejas a presentar su renuncia tras el sorteo, con el fin de facilitar “todas las investigaciones internas sin sombra de duda”.
Desde el primer momento, tanto Callejas como Jaramillo se apresuraron a rechazar las acusaciones de fraude. En declaraciones públicas y a través del video publicado en su cuenta redes, Jaramillo aclaró: “No fue el premio mayor, fue uno seco y fue completamente legal”. Además, detalló que el monto recibido ascendió a 664 millones de pesos, tras las obligaciones fiscales pertinentes. “No se trató de trampa, fue un golpe de suerte”, afirmó la ganadora, insistiendo en el curso regular y legítimo de su participación, antes de anotar: “Como cualquier funcionario que compra su lotería y se la puede ganar, pues yo me la gané en su momento”.
Para garantizar el debido proceso, Jaramillo explicó que tanto la entidad como los órganos de control “activaron todos los protocolos internos y realizaron una auditoría forense”, cuyos resultados “pueden ser revisados por cualquier organismo competente”. Y se mantuvo que no tendría impedimentos en que cualquier entidad de control verificara toda la información: “Estamos dispuestos, disponibles a que todos los entes de control realicen todo lo pertinente”.
Los señalamientos y la exposición mediática, icluso, alteraron el clima familiar de los involucrados. De ahí que Jaramillo insistiera en la necesidad de proteger la privacidad y la seguridad de su núcleo y recomendó a quienes divulgan información “revisar antes de sacar algo tan importante como eso y tan delicado, donde ponen en mal nombre no solamente el mío, sino el de toda mi familia”.
Y agregó que: “Por temas de seguridad uno tiene que resguardar estas informaciones”, para dar por terminado el pronunciamiento con un mensaje de apoyo hacia su esposo: “Las personas indecentes que creen que uno por ganarse la Lotería de Medellín tiene que cometer un fraude, sepan que de verdad las cosas están hechas legalmente”.
