Luego de que el Gobierno anunciara la eliminación temporal de las retenciones —hasta el 31 de octubre próximo o hasta alcanzar US$7000 millones en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE)—, el mercado de granos reaccionó en la apertura con alzas generalizadas, con la soja liderando la escalada. La posición noviembre del grano de la última cosecha se ofrece hasta el momento en torno a US$360 por tonelada, con una mejora de más de 50 dólares por tonelada respecto al viernes, una mejora del 18%. En tanto, los contratos a mayo 2026 [nueva cosecha] escalaron a US$320, un alza del 7,4%. En contraste, el maíz operó con menor dinamismo, con valores de referencia en US$195 para diciembre y US$190 para abril, mientras que el trigo se movió en torno a US$197 para diciembre, sin grandes cambios.
Por su parte, las ofertas de compra por soja disponible en el mercado interno alcanzaron los $505.000 por tonelada, un aumento del 15,3%, equivalente a $67.000 adicionales respecto a la rueda anterior, el viernes pasado.
La medida fue publicada hoy en el Boletín Oficial bajo el decreto 682/2025. Allí se establece que la alícuota de retenciones se fija en 0% para granos y subproductos agrícolas hasta el 31 de octubre, o hasta que se alcance el tope de US$7000 millones en registraciones, lo que ocurra primero. Además, se dispone que los exportadores deberán liquidar al menos el 90% de las divisas dentro de los tres días hábiles posteriores a la presentación de la DJVE. El beneficio alcanza a la soja, el maíz, el trigo, el girasol y otras mercaderías incluidas en el anexo del decreto.
Eugenio Irazuegui, analista de mercados de Zeni, remarcó que “los futuros de noviembre de 2025 cotizan en máximos en la vida del contrato, en 360 dólares por tonelada”. En tanto en ofertas de compra, por soja disponible, se mantienen en $505.000.
El especialista destacó que la medida, “sorpresiva”, no solo recompone márgenes, sino que también mejora la competitividad especialmente en el complejo de la soja. “Más allá de que se trata de una supresión tributaria transitoria, resulta apropiada para afrontar los costos de la siembra gruesa 25/26 [maíz y soja] que está transitando los tramos iniciales”, destacó.
Por su parte, Germán Iturriza, analista de mercados, sostuvo que “la soja noviembre trabaja en la punta vendedora en 350 dólares, subiendo más de un 15%, mientras que mayo 2026 en 320 dólares, con un alza del 7,4%”. En cuanto a los cereales, detalló: “El maíz prácticamente no muestra operaciones, con puntas vendedoras en 195 y 190 dólares, y el trigo se mantiene estable en 197 dólares para diciembre”.
Iturriza también advirtió sobre los interrogantes que genera el esquema: “El decreto obliga a liquidar el 90% de las divisas dentro de los tres días de presentar la DJVE. La gran pregunta es si los exportadores armarán programas de corto plazo o de largo plazo”. Y agregó: “Un exportador puede emitir hoy una licencia al cero por ciento y embarcar a mayo 2026, pero después enfrentará una retención del 26%. Ese es un tema que todavía falta resolver”.
Finalmente, el especialista marcó que, aunque el mercado reaccionó con fuerza, los precios aún están por debajo de la capacidad teórica de pago: “La soja noviembre debería estar cerca de US$390 y hoy trabaja cerca de US$360, mientras que la mayo 2026 tendría que rondar los 360/370 dólares, pero opera en 323”.
Paulina Lescano, analista de mercados, dijo que la suba de precios tras la medida oficial se está trasladando parcialmente. Según explicó, en los cálculos teóricos la oleaginosa debería haber subido alrededor de US$100 por tonelada, pero en la práctica el incremento fue menor.
No obstante, subrayó la oportunidad que representa para el productor. “Para quien aún tiene grano disponible esta suba del mercado es una gran oportunidad, en especial en un contexto en el cual no hay noticias alcistas para ninguno de los granos en el plano internacional. Estaría atenta a capturar esta suba, teniendo en cuenta que si se hacen DJVE masivas, como en las bajas de derechos de exportación anteriores, Chicago puede responder con bajas que afecten a nuestros valores FOB de referencia, y sumado a eso, el tipo de cambio bajando puede ir diluyendo las subas”, apuntó.
Lescano también advirtió sobre los efectos en la otra punta de la cadena, es decir los compradores del grano para transformación: “Para quienes consumen granos, como la industria de harina de soja o el maíz, este incremento tan fuerte en los precios les genera un daño significativo en sus números”. Añadió: “Algunos lo ven como una medida largamente esperada, y otros plantean que hacía falta más previsibilidad y, en todo caso, decisiones permanentes y no transitorias”.
En tanto, el analista de mercados Pablo Andreani remarcó que todavía restan por comercializar 10 millones de toneladas de maíz, que equivalen a unos US$2000 millones, y 15 millones de toneladas de soja, con un potencial de US$6300 millones. “Entre maíz y soja podemos decir que el potencial máximo de ingreso de divisas es de US$8300 millones”, señaló.
Sin embargo, advirtió que no todo ese volumen necesariamente llegará al mercado: “Veo difícil que el productor venda todas sus existencias de soja. Habrá que ver cuál es la mejora en el precio que recibe respecto al viernes”.
Andreani remarcó que tanto la exportación como la industria aceitera “estaban pagando más de lo que podían pagar”. Dijo: “No creo que toda la baja de retenciones se traslade al precio en forma automática”.