Johannesburgo, 23 may (EFECOM).- Sudáfrica anunció este viernes una propuesta de cambio normativo que admite alternativas a los requisitos de propiedad para que compañías de internet satelital extranjeras operen en el país, lo que podría allanar el camino a Starlink, empresa del magnate Elon Musk, y otras corporaciones.
El principal obstáculo para Musk, nacido en Sudáfrica, ha sido la exigencia legal de que los inversores extranjeros en telecomunicaciones cedan un 30 % de sus acciones a empresas locales pertenecientes a personas de comunidades vulnerables, como negros, mujeres, jóvenes y personas con discapacidad.
El cambio de política propuesto busca «fomentar la inversión, incluida la inversión en infraestructura estratégica, y la innovación en el sector de las comunicaciones, así como promover la competencia en el sector de las TIC (tecnologías de la infOrmación y la comunicación), a la vez que armoniza la legislación que afecta al sector», afirmó el ministro de Comunicaciones y Tecnologías Digitales, Solly Malatsi, en un comunicado.
«Los objetivos de esta orientación política son implementar las políticas nacionales y sectoriales vigentes relativas al despliegue de la banda ancha y la reducción de la brecha digital», afirmó el ministro, sin mencionar a Starlink.
El logro de estos objetivos, precisó, requerirá que el organismo regulador —la Autoridad Independiente de Comunicaciones de Sudáfrica (ICASA)— implemente modificaciones de las regulaciones promulgadas para cumplir con los imperativos de otras leyes nacionales.
Malatsi propuso también el «reconocimiento de los programas de inversión con equivalente de capital», que incluyen la financiación de talento, infraestructura o el desarrollo de pequeñas empresas.
En poco más de un año, Starlink ha desembarcado en una veintena de países africanos, lo que ha hecho tambalear los cimientos de empresas de telecomunicaciones nacionales.
En el caso sudafricano, la empresa aún espera la aprobación oficial de su licencia por parte de ICASA.
El comunicado se emitió después de la reunión mantenida este miércoles en la Casa Blanca entre el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, y su homólogo estadounidense, Donald Trump.
La reunión estuvo marcada por la discusión con Trump por las acusaciones del mandatario estadounidense sobre un supuesto «genocidio» contra la minoría blanca afrikáner (sudafricanos blancos descendientes de colonos neerlandeses) en el país austral, que ha tensado la relación bilateral en los últimos meses.
Musk, que en los últimos meses ha ejercido como asesor especial de Trump al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), ha afirmado en el pasado que se prohíbe a Starlink operar en Sudáfrica porque él no es negro, y ha acusado al Gobierno sudafricano de tener «leyes de propiedad abiertamente racistas». EFECOM