Las autoridades de Tailandia han amenazado este martes con matar a aquellos soldados camboyanos que coloquen minas en suelo tailandés, al otro lado de la frontera, a pesar del alto el fuego alcanzado por las partes a principios de agosto para poner fin al conflicto abierto durante el mes anterior y que se saldó con decenas de muertos.
El viceministro de Defensa tailandés, Nattaphon Narkphanit, ha alertado de que estos militares podrían «volver a su territorio en forma de espíritus» si siguen colocando minas en la zona.
Así, ha calificado de «provocadoras» este tipo de acciones, registradas principalmente en las zonas cercanas al templo de Ta Kwai, en la provincia de Surin y donde se han hallado artefactos explosivos improvisados de este tipo.
«En este momento, tenemos dos instrucciones: las pruebas deben recabarse y presentarse junto a una protesta formal a través del Ministerio de Exteriores. Debe haber también patrullas en la zona para supervisar cualquier cambio», ha puntualizado, según informaciones recogidas por el diario ‘The Bangkok Post’.
«Se pueden tomar medidas si los camboyanos siguen colocando explosivos. Como he dicho, si llegan a depositarlos, volverán a casa en forma de espíritus», ha incidido después de que seis militares tailandeses hayan sufrido recientemente amputaciones a causa de la explosión de minas camboyanas.
No es la primera vez que el Gobierno de Tailandia expresa su queja ante la comunidad internacional por el continuado uso de minas antipersona por parte de Camboya, a la que acusa de violar el Tratado de Ottawa, que prohíbe su uso.
Las relaciones entre las partes se deterioraron después de que el 28 de mayo un soldado camboyano muriera a manos de las fuerzas tailandesas en las proximidades de Preah Vihear, templo hindú situado en una zona en disputa, si bien los dos países alcanzaron hace un mes una tregua que puso fin a varios días de un conflicto armado.