Tamara Falcó está viviendo un verano de ensueño en las islas Maldivas, acompañada por su marido, Iñigo Onieva, y su madre, Isabel Preysler. La familia ha elegido uno de los destinos más exclusivos del mundo para desconectar y disfrutar de una experiencia marcada por la sofisticación, la naturaleza y la tranquilidad. En el complejo Four Seasons Maldives Private Island en Voavah, accedieron a una villa equipada con todas las comodidades: yate privado, centro de buceo, spa, siete habitaciones y hasta una manada de delfines residentes.
La escapada, que Tamara ha compartido con sus seguidores en redes sociales, ha incluido momentos especialmente señalados: una cena con vistas en el hotel, donde degustaron una fusión culinaria india y española, y varias jornadas dedicadas al buceo. Precisamente su marido ha publicado espectaculares imágenes submarinas mostrando tiburones tigre, tiburones de punta negra, grises de arrecife, mantarrayas y tortugas, testimonio del ambiente paradisíaco y la biodiversidad de Maldivas.
Este viaje pone de manifiesto la buena sintonía familiar que reina en el entorno de Tamara y la reconciliación entre la reina de corazones y su yerno, tras superar etapas complicadas. Más allá del glamour que rodea siempre a la marquesa de Griñón, lo importante en esta ocasión ha sido el tiempo compartido, la ausencia de polémicas y la oportunidad de relajarse en un entorno incomparable antes de retomar las agendas profesionales.
Unas vacaciones memorables que consolidan la tradición de los viajes familiares y de ‘chicas’ en el clan Falcó-Preysler, donde la elegancia, el estilo y la conexión personal están presentes en uno de los entornos de lujo elegidos para este idílico verano.