El clima interviene en dos momentos clave en el ciclo de trigo para definir su rendimiento: en la implantación y en las etapas reproductivas. Están más que satisfechos los requerimientos de arranque: por ejemplo, en Pergamino llovió 500mm desde fin de enero hasta la semana pasada.
“Con el tanque lleno, se puede apuntar a modelos de alta producción y esperar un año Neutro según vaticinan los pronósticos”, afirma el consultor Julio Lieutier.
En la planificación del cultivo, el otro componente esencial es el precio, que puede variar de acuerdo a las retenciones, al pasar del 9,5% actual al 12%, como ratificó el presidente Milei. Con el 12%, la renta del trigo resultaría estrecha, lo que exige ajustar todos los pasos que desembocan en un rendimiento que supere el de indiferencia.
El primer mojón de ese recorrido es la correcta fecha de siembra. Atrasos en la época de implantación provocan caídas de rinde; por lo tanto, hay que organizar la logística para hacer una siembra rápida y en fecha. En el norte de Buenos Aires, los ciclos largos se siembran a partir de la segunda decena de mayo; los intermedios en la primera quincena de junio y los cortos, en la segunda quincena.
El otro mojón importante del recorrido para la campaña del trigo es la fertilización, que se lleva habitualmente el 50% del costo de implantación.
Lieutier aconseja aplicar dosis de fósforo y de azufre mayores a las necesarias para cubrir los requerimientos del trigo pensando en el cultivo de segunda. Así, en lotes de alto potencial productivo propone un esquema de 150kg/ha de superfosfato simple al voleo en presiembra (resulta un aporte de fósforo superior al requerimiento del cereal más azufre para el doble cultivo) más un refuerzo de fosfato monoamónico a la siembra del cereal.
Para el nitrógeno, con las relaciones de precios entre el trigo (205US$/t) y el fertilizante (515US$/t) de la semana pasada, recomienda ofrecer al cultivo 160-170kg/ha entre lo disponible en el suelo y el fertilizante.
En lo posible, aconseja incorporar la urea en presiembra, lo que puede dar un rinde 10% mayor que cuando se distribuye al voleo si hay muchos días sin lluvias. Eso exige pasar dos veces por el lote, un costo adicional que se paga. Otra posibilidad son los retardadores de la descomposición de la urea, una alternativa menos eficiente pero superior al voleo.