Santiago Algorta, conocido popularmente como Tato, es un participante uruguayo que se consagró ganador de la edición 2025 de Gran Hermano Argentina, imponiéndose en la final por un amplio margen —alrededor del 62,8% de los votos del público—, tras permanecer más de 200 días dentro de la casa.
Su victoria lo coronó como el campeón de una temporada marcada por tensiones, alianzas y debates mediáticos. Además del premio económico, recibió premios adicionales como una casa prefabricada y otros incentivos anunciados por el ciclo.
Antes de entrar al reality, vivía en Montevideo. En el casting se presentó como un joven de 29 años que combinaba su formación profesional como contador público con una faceta de creador de contenido. Durante su paso por el programa, enfrentó críticas y episodios de “bullying por fachero”, pero logró capitalizar el cariño del público hasta consagrarse campeón. Actualmente, en sus redes sociales cuenta con más de un millón de seguidores.
Pollo: — ¿Vos sos de Montevideo?
Tato: — Yo soy uruguayo, de Montevideo. Toda mi vida fue ahí, hasta que entré a Gran Hermano.
Pollo: — No es que viniste antes a probar suerte antes.
Tato: — No.
Pollo: — ¿Castingeaste desde Uruguay?
Tato: — Sí, mandé el video incial para el casting y me dijeron: “Che, venite, te queremos conocer”. Ahí vine para acá.
Pollo: — ¿Estudiaste para ser contador?
Tato: — Exactamente, soy contador público. Nunca laburé como contador. Fue cuestión de meterme en una pasantía y dije: “No, no es por acá, Tatito. No sé por qué elegiste esto, te estás mintiendo” (risas). Ahí me metí de lleno al mundo del marketing porque sentía que era más soft, me relacionaba con gente y laburaba en eventos, reuniones con gerentes de empresas. Hacía un poco más de todo y dije: “Bueno, ya es un poquito más lo que me gusta”. Pero era como la primera excusa para abrirme un poquito de eso porque yo lo que quería era esto (risas).
Pollo: — Estudias para contador y vas a la pasantía, pero mientras tanto ves la tele uruguaya y decís: “¿Yo quiero estar ahí?”. ¿Tenías esa sensación o todavía no se te había despertado el deseo de trabajar en los medios?
Tato: — De chico capaz que al principio el deseo era ser futbolista de Peñarol, que es el cuadro del que soy enfermo, y quería ser conocido por ese lado. Siempre tuve esas ganas de que la gente me conozca o ser conocido por algo y hacerle bien a la gente de alguna forma. No sé, lo sentía así. Es raro, no sé cómo explicarlo. No, es algo que se te antoja así nomás sino que tenés ganas. Pero a veces vas tomando decisiones que te alejan de eso. Y en un momento dije: “Estoy muy desconectado, vamos por lo que me gusta más”. Y ahí me empecé a meter en los medios, subir contenido a redes y exponerme un poco más. Pero sí, principalmente era algo que ya de chiquito lo sentía y lo quería.
Pollo: — ¿Te dio como una especie de cagaz* decir: “Ya veo que pateo el tablero, dejo la carrera que estudié y no pasa nada”?
Tato: — Hoy recontra siento también el cagaz* de meterme al agua, pero fue tan lindo lo que se vivió adentro de esa casa… La experiencia en sí, ya fue un disfrute para mi. Esa experiencia de haber vivido todo eso, el haberme tirado al agua, arriesgado, lo disfruté y no me lo saca nadie. Para mí fue una decisión acertada y estoy muy feliz. Obviamente, hay momentos en los que digo: “Che, ¿quién me mandó a meterme en este quilombo? Porque todos los días hago algo nuevo, hay cosas nuevas, desafíos, incertidumbre”. Pero es lo que quiero. Entonces, cuando estoy con incertidumbre pienso en que hay que salir de la zona de confort y me digo: “Pará, flaco, esto lo elegiste vos y lo buscaste. Ahora disfrutalo porque si estuvieras en zona de confort no estarías contento”.
Pollo: — ¿Por qué crees que ganaste Gran Hermano? ¿Qué crees que pasó? Porque hay tantas personalidades distintas y es muy difícil ganar.
Tato: — Sí, total. Entrar a la casa ya era una locura. Ganar es como que cuesta dimensionarlo. Pero yo creo que entendí lo que la gente quería. A lo que soy yo, a mi personalidad, le sumé un poco de juego que era importante. Porque estaba la gente que decía: “Che, son plantas que no juegan y no hacen nada” y tenías una Furia, que la gente la castigó por pasarse de rosca. Había que transitar la línea del medio y entendí que podía ser yo. Corrí el riesgo de ser demasiado tranquilo y entonces dije: “Bueno, yo cuando el juego me lo permita, voy a jugar y jugar fuerte”. Estaba escudado en el juego. “Che, no. Te fuiste al caraj*”, me pueden decir. Pero era dentro del juego. Entonces había que transitar entre no irte al caraj* y tampoco quedarte demasiado corto y pasar desapercibido.
Pollo: — Pero en los últimos tiempos ganaron los tranquilos, los buenos, por así decirlo. Ganó Bauti, Marcos…
Tato: — Sí, pero yo no era un bueno. Yo en la casa no me fumaba a nadie. Y en el juego sí, cada vez que había que tomar decisiones o decirte en la cara lo que pensaba de vos, yo iba y lo hacía. Lo decía y tomaba decisiones. Le sacaba la posibilidad de disfrutar un banquete y te fulminaba y fui el que más fulmina en la edición. Yo era bravo, pero dentro de las reglas del juego. No era que la mitad de la cena me ponía a putear porque me parece que la gente eso no le gusta. Creo que sí hay algún mérito que tuve y fue entender que la gente quería juego, protagonismo, pero sin irse al caraj*.
Pollo: — Se te están adjudicando algunos romances. ¿Vos estás en pareja?
Tato: — Yo no estoy en pareja. Estoy recontra solo.
Pollo: — En su momento se te relacionó con Luz, que que estuvo hace poco acá. Y leí que con Martina también.
Tato: — Sí.
Pollo: — ¿Es mentira?
Tato: — Eran como los dos shipeos dentro de la casa de… Martiago y Luciago. A la gente le gustaba verme con esas personas. Fueron dos personas con las que tuve un re lindo vínculo dentro de la casa, con las que recontra conecté. En el caso de Luz tuvimos una conexión única. Fue muy loco porque nos conocimos, pegamos buena onda al principio y nos fuimos el último día en la final. Entonces sí, fue una conexión espectacular, pero lejos de un vínculo amoroso. Es una amistad recontra linda. Y con Martu compartimos momentos re lindos en la casa, pero no. En ningún de los casos, nada amoroso. Sí, una amistad hermosa que sigue afuera.
Pollo: — ¿Te gustaría estar en pareja?
Tato: — La verdad que el tiempo es poco y siento que va a aparecer en el camino, en el proceso. Yo quiero una conexión genuina de la vida, cruzarme con alguien, conocer a alguien y ver cómo fluye, pegar buena onda y hacernos bien. Y no sé, no estoy ahora tan pendiente de chonguear o de estar con pibas. Como que tengo muchas ganas de capitalizar todo esto, de enfocarme en mí, laburar mucho y meterle mucho huevo. Después, si en el camino de todo esto, de enfocarme en mí, conozco a alguien, genial. Pero no estoy tan pendiente.
Pollo: — ¿Qué onda la fama de repente? Porque la verdad que la gente que sale en Gran Hermano es muy conocida y lo más loco es que va de cero a 100.
Tato: — Sí, es re difícil. Y muchos te dicen: “Che, ¿cómo vas a hacer para estar en esa casa? ¿Qué te va a pasar en la cabeza cuando estés ahí metido tanto tiempo? Son siete meses encerrado, es mucho tiempo”. Yo creo que subestimé un poco lo que es la salida. Para estar adentro del juego estaba muy preparado y lo disfruté mucho. El afuera lo sufrí más de lo pensado. Hubo días, ni bien había salido de la casa, que era todo lindo pero es abrumador. Era mucha información, el contacto con la gente, las expectativas, el querer estar a la altura y no querer desilusionar. Además, te llegan propuestas y consejos. Está el que te dice: “Che, ojo con lo que agarrás, no le erres, no te equivoques, mirá que es una cagad* y podés desaparecer. Ojo que cada decisión va marcando tu perfil. No te apures porque te podés mandar una cagad*. Apurate porque se te pasa el tiempo”. Hay un momento en el que no podés ver a tus amigos, te sentís en deuda con tu familia y sentís presiones de con quien juntarte, con quien estar. Es un montón de información que hay que estar recontraplantado y confiar en lo que vos querés, en lo que a vos te parece, para seguir camino y a tu ritmo.
Pollo: — ¿Y qué querés hacer? ¿Qué te gusta del medio, de la comunicación?
Tato: — Quiero ser como un comunicador muy reconocido a largo plazo. Quiero tener 40, 50, 60 años y ser uno de los conductores y entrevistadores reconocidos, prestigiosos y que esté muy pegado, por así decirlo. Me encantaría tener notas con gente recontra prestigiosa, conducir programas o pódcast. No sé bien si en radio o en tele, pero sacar buenas notas en los medios. Creo que me gusta un poco todo. También me gustaría seguir haciendo cosas de modelaje. Me coparía algo de actuación, seguir en unos proyectitos lindos de actuación que me copa y es un desafío para mí. Tengo que aprender y entrenar mucho.
Pollo: — ¿Y familia? ¿Te gustaría ser papá?
Tato: — Sí. Esa es como la experiencia más loca que me queda por vivir, me parece. Gran Hermano es una de las pocas experiencias más alucinantes, locas, extraordinarias. Ahora otra es ser padre. Pero necesitas también estar en pareja o no. Esa es una de los grandes debates de mi vida: ¿Necesitas realmente estar en pareja para poder ser padre? También está la opción de ser padre soltero. Pero yo sé que es un sueño. Yo sé que es un sueño que lo quiero cumplir y que va a pasar. Todavía soy joven, tengo tiempo, pero sí. No me quiero ir de este mundo sin un mini tatito.
Millón
Con una valija llena de dólares, el Pollo invitó a Tato a comprar todo lo que desee. El único requisito es que el dinero no se puede donar ni guardar como ahorro.
Pollo: — ¿Qué harías con un millón de dólares?
Tato: — A grandes rasgos, pensaría en un lugar donde vivir.
Pollo: — ¿Vos sos propietario?
Tato: — No.
Pollo: — Bueno, te comprarías una casa. ¿Dónde te gustaría?
Tato: — Me gustaría tener una base acá en Buenos Aires. Un departamento en una zona linda, ya que tengo un palito… No sé, en Palermo. Un tres ambientes.
Pollo: — Ponemos 300 lucas así estás sobradísimo.
Tato: — Ya tengo mi casa, tengo un techo. Así que ahora pensaría en algo a nivel laboral que me pueda ayudar.
Pollo: — ¿Lo que ganaste en Gran Hermano qué hiciste? ¿Lo invertiste?
Tato: — No, por ahora no. No lo pude ni cobrar todavía porque no tengo cuenta bancaria. Estoy sacando el DNI porque soy uruguayo. Está demorando unos meses sacar el DNI, después hay que abrir la cuenta y todavía no lo cobré. Pero sí, me encantaría invertirlo a futuro.
Pollo: — Bueno, te quedan 700 mil dólares del juego.
Tato: — Me armaría un estudio de streaming bien copado. Yo recién te decía quiero ser conductor, entrevistar un espacio donde puedo llevar invitados, puedo hacer el programa que quiera, puedo generar un panel o una mesa o un pódcast. Pero top. O sea, con cámaras 4K, con iluminación, con pantallas led, con buen sonido, micrófonos, todo. Yo creo que ahí…
Pollo: — Se te va una guita…
Tato: — 100 luquitas o 150.
Pollo: — ¿La vas a alquilar?
Tato: — El local lo voy a alquilar, pero después el resto lo quiero comprar.
Pollo: — Y vamos con 100 lucas para las cámaras y poder hacer tus entrevistas. Después contemplá que cada jornada te va a salir plata también. Edición, posproducción, gráfica…
Tato: — Ya tengo donde vivir, tengo donde ir a laburar… Ahora voy con un proyectito que me gustaría. Quiero empezar a laburar en una marca de ropa propia. Me gusta la moda y me gustaría una marca de ropa casual, canchera. En plata estoy un poco más perdido, pero capaz con una ¿50 lucas?
Pollo: — Vamos con 100 para la marca, patentarla, etc…
Tato: — Diseñar la marca, la ropa, mandar a hacer la producción…
Pollo: — Te quedan 500 lucas.
Tato: — ¿Sabés de que tengo ganas? De un cafecito, que podría ser el mismo lugar que el estudio de streaming, como un gran lugar donde la gente pueda como venir … Que esté ambientado por mí, con las cosas que me gustan y que la gente pueda venir a vivir la experiencia de streaming, pódcast, pero también tomarse un cafecito.
Pollo: — Lo que podemos hacer es: al stream le agregamos 100 mil y alquilás dos locales o un local más grande. Entonces, estás ahí tranquilito. Ponemos el cafecito en la entrada y atrás el estudio. Capaz me quede corto, pero vamos a arrancar así. Restan 400 lucas.
Tato: — Me gustaría hacer muchos cursos: de periodismo deportivo, de periodismo, de modelaje. Pero eso es poquito. Capaz que, no sé, 10 o 20 lucas.
Pollo: — ¿En cursos?
Tato: — Sí, en cursos, en estudiar y capacitarme porque me gusta un poco de todo. Y el resto… La realidad es que lo invertiría. Inversiones financieras, acciones, bonos… Armaría una cartera bien diversificada, un poquito de obligaciones negociables…
Pollo: — ¿Sabés de eso?
Tato: — Poco, pero conozco gente que lo puede hacer. Creo que es lo que haría realmente: invertirla. Poder decir: “Bueno, la tengo ahí para cuando la necesite”. Si no, compraría algún departamento en algún otro lado que me pueda ir de vacaciones.
Pollo: — A ver. Vamos a invertir porque tiraste unas palabras que ahora quiero saber. ¿80 lucas en negociables?
Tato: — Sí. Algo seguro, con tasa baja. Unas 100 lucas en acciones metería.
Pollo: — ¿Acciones en Argentina o afuera?
Tato: — De empresas o de Standard & Poor’s y cosas por el estilo. Después otras 100 lucas en alguna otra inversión que surja. Hay distintas opciones, pero algo un poquito más jugado que las obligaciones negociables con una tasa un poco mayor. Con un poquito más de riesgo. Capaz que en vez de, no sé, obligaciones negociables 2 o 3 por ciento, apostar algo que tenga un 6 o 7, más jugadito.
Pollo: — Está perfecto. Pero no te compraste relojes, ropa y no viajaste…
Tato: — No.
Pollo: — No hay disfrute. O sea, es todo pensado en el futuro, bolud*.
Tato: — Esto es mi disfrute: poder laburar de lo que me gusta, estar en el lugar que quiero, haciendo lo que me copa, que es entrevistando, y viviendo de lo que me hace feliz.
Pollo: — Te banco a morir. Te gusta hacer entrevistas, pero un día vas a estar quemado y vas a decir: “¡Uy!, pero también me gustaría irme de vacaciones”. Ya está igual, ¿eh? Pero digo, no lo disfrutaste en el ocio…
Tato: — Es que lo invertiría más que nada hoy en armar la vida que quiero. Hoy yo, con este salto que pegué, estoy realmente haciendo lo que me gusta. Y bueno, lo que generemos con esto, o sea, la inversión va a generar el streaming va a generar beneficios… Todo lo que generamos ahí lo metemos después en viajes. Pero primero es lo primero.