
La inteligencia afectiva se está posicionando como el próximo gran salto en la evolución de la inteligencia artificial aplicada al ámbito doméstico y al entretenimiento. Esta innovación se orienta a que los dispositivos como televisores no solo procesen información sino que también comprendan y respondan a las emociones y hábitos de sus usuarios, con el objetivo de establecer una relación más armoniosa entre las personas y la tecnología.
De acuerdo con el Global AI Index 2025, el 63% de los usuarios latinoamericanos reconoce que la inteligencia artificial ya tiene influencia directa en su bienestar diario. Además, el 70% de las empresas en la región implementa soluciones de IA para optimizar sus procesos de comunicación y la experiencia que brindan a sus clientes.
Este panorama marca una integración creciente y transversal de las tecnologías inteligentes en actividades cotidianas, más allá de una simple tendencia.

LG Electronics presentó recientemente este avance en su nueva línea de televisores equipados con Affectionate Intelligence, un desarrollo que materializa la idea de una IA capaz de interactuar con los usuarios de manera personalizada y emocional.
Los nuevos televisores, gracias al procesador α (Alpha) y al sistema operativo webOS, no solo ofrecen un mejor rendimiento, sino que también aprenden y se adaptan dinámicamente a las preferencias, rutinas y el entorno de cada usuario. Según explicó Laura Piñero, especialista de marca de la compañía, el objetivo es diseñar “experiencias que comprenden a las personas”, y dar un paso hacia una tecnología “más cercana, más intuitiva y verdaderamente humana”.
Adaptación a la experiencia del usuario
El sistema de inteligencia afectiva permite que las funciones del televisor vayan mucho más allá de la imagen y el sonido convencionales. Cuando se visualiza una película o una serie, ajusta parámetros como luz, color y sonido en tiempo real, interpretando la visión original del director y transmitiendo fidelidad emocional.

En videojuegos, responde ágilmente a la acción, identificando el tipo de juego y optimizando brillo, contraste y latencia para lograr mayor fluidez y precisión en los movimientos.
Para quienes siguen deportes, el análisis inteligente de cada jugada mejora la nitidez visual y potencia el sonido envolvente, creando la sensación de estar presente en el estadio.
La interacción usuario-dispositivo también se ve beneficiada: la interfaz reconoce la voz, detecta rutinas y sugiere contenidos de acuerdo con los hábitos y gustos de cada miembro del hogar.
Piñero resaltó el valor de esta tecnología al afirmar: “Llevamos la empatía al centro de la innovación. Nuestros televisores aprenden del usuario y devuelven experiencias auténticas, demostrando que la verdadera tecnología es la que mejora la vida, no solo la que la facilita”.

Esta integración de la inteligencia afectiva redefine el concepto de hogar inteligente. Los televisores detectan patrones de comportamiento y ajustan su funcionamiento, promoviendo así entornos más cómodos, sostenibles y orientados al bienestar de los usuarios.
La compañía destaca que su enfoque apunta hacia una tecnología ética y responsable, diseñada para acompañar a las personas con una sensibilidad que va más allá de la simple automatización.
Funciones como Affectionate Intelligence son factores diferenciadores de una gama de dispositivos que no solo atienden instrucciones, sino que también logran reconocer, interpretar y adaptarse proactivamente a experiencias, preferencias y necesidades cotidianas.
