NUEVA YORK.– Cuando la mayoría de la gente piensa en el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), puede imaginarse comportamientos que vio en la televisión, como lavarse las manos repetidamente, encender y apagar interruptores de luz, o ordenar meticulosamente objetos pequeños una y otra vez.
Pero el trastorno se manifiesta de muchas otras formas. Algunos pacientes se obsesionan pensando que podrían herir a alguien, mientras que otros se obsesionan con determinados aspectos de sus relaciones personales.
La comediante Maria Bamford, por ejemplo, llamó a su TOC “síndrome de los pensamientos no deseados”. En el programa The Late Show With Stephen Colbert, compartió una historia sobre cómo no podía dejar de tener pensamientos horribles sobre los miembros de su familia.
En las redes sociales, la gente describe muchos tipos de obsesiones y compulsiones: “TOC de relaciones”, “TOC de orientación sexual” o “TOC de contaminación emocional”. No se trata de diagnósticos distintos, sino de expresiones diferentes del mismo trastorno, de forma parecida a como las personas con fobias pueden sufrir distintos miedos, dijo Carolyn Rodriguez, experta en TOC y profesora de psiquiatría y ciencias del comportamiento en Stanford Medicine.
Comprender estas distinciones puede ayudar a los médicos a diseñar un plan de tratamiento preciso, añadió. Y también es importante que el público las comprenda. De lo contrario, las personas que tienen el trastorno podrían no reconocer siquiera que lo padecen, advirtió Rodriguez.
Quienes tienen miedo de hacer daño a los demás podrían pensar: “Quizá soy un asesino”, “Si le cuento a alguien estas cosas, me meterán en la cárcel”, ejemplificó.
Esto es lo que hay que saber sobre las diversas formas en las que el TOC se manifiesta.
En primer lugar, ¿qué es el TOC?
El TOC consiste en un conjunto de obsesiones y compulsiones que causan una gran angustia y afectan la calidad de vida de las personas.
Las obsesiones pueden incluir pensamientos intrusivos no deseados, imágenes o impulsos que dominan la mente. Las compulsiones son las acciones repetitivas que las personas realizan en respuesta a sus obsesiones para intentar sentirse mejor.
Estos síntomas del TOC pueden tomar mucho tiempo y durar al menos una hora al día, según el manual de diagnóstico utilizado por los profesionales de la salud mental.
Si alguien se preocupa excesivamente de que va a incendiar la casa al dejar accidentalmente encendida la estufa, por ejemplo, puede comprobar una y otra vez que las perillas están en posición de apagado.
Se necesitan todavía más investigaciones para comprender mejor los orígenes del TOC, que se cree que tiene causas genéticas y ambientales. Las mujeres tienen más probabilidades de recibir un diagnóstico que los hombres.
¿Cuáles son los distintos tipos de TOC?
Aunque todas las personas que padecen el trastorno tienen obsesiones y compulsiones, “el TOC entre pacientes casi nunca es exactamente igual”, confirmó Jeremy Tyler, codirector de psiquiatría ambulatoria de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania.
Las personas con TOC pueden diferir en muchos aspectos, como la presencia o ausencia de tics (movimientos o vocalizaciones involuntarios y repetitivos). Los pacientes también varían en su grado de “insight”, que es el nivel de conciencia que tienen de su condición, así como en la manera en la que se sienten cuando se desencadenan sus síntomas.
Otro aspecto en que los pacientes varían es en el contenido de sus obsesiones y compulsiones.
La preocupación por la contaminación, la necesidad de simetría u orden, los pensamientos prohibidos o tabúes y el miedo a hacer daño a los demás o a uno mismo son temas comunes, sostuvo Helen Blair Simpson, profesora de psiquiatría e investigadora del TOC en la Universidad de Columbia.
La Fundación Internacional para el TOC enumera también otros temas, como los pensamientos sexuales, las fijaciones en las relaciones, las preocupaciones relacionadas con la responsabilidad (como ser responsable de que ocurra algo terrible) o los miedos relacionados con el perfeccionismo (como mostrar una preocupación excesiva por cometer errores).
Pacientes y terapeutas pusieron etiquetas a algunos de estos temas en foros en línea, acuñando términos como “TOC de simetría y orden” y “TOC de perfeccionismo”. Crear nombres para las distintas expresiones del TOC puede ayudar a quienes lo padecen a sentirse menos solos, consideró Rodriguez.
A menudo puede haber más de un tema al mismo tiempo, y el contenido de la obsesión o compulsión de una persona puede cambiar a lo largo de la enfermedad, coincidieron los expertos.
¿Cómo se trata el TOC?
El TOC suele tratarse con un antidepresivo, con terapia de exposición con prevención de respuesta, o con ambos. La terapia consiste en pedir a los pacientes que experimenten su estrés y ansiedad sin realizar una compulsión como respuesta. Los terapeutas también animarán a los pacientes a permitir que sus obsesiones emerjan en lugar de intentar alejarlas continuamente.
Es especialmente importante que los terapeutas conozcan el “tipo” de una persona cuando llevan a cabo la terapia de exposición con prevención de respuesta, porque así pueden asegurarse de que sus pacientes están expuestos a los tipos precisos de situaciones que suelen despertar sus obsesiones, señaló Tyler.