El estadounidense se impuso por decisión unánime y arrebató los cuatro cinturones al mexicano, en una noche histórica para el boxeo mundial.

En una velada que quedará en los libros del boxeo, Terence Crawford derrotó por decisión unánime a Saúl “Canelo” Álvarez en el Allegiant Stadium de Las Vegas, y se convirtió en campeón indiscutido del peso supermediano, al quedarse con los títulos de la AMB, CMB, OMB y FIB.
El combate, seguido por más de 70.000 espectadores, mostró a un Crawford dominante, preciso y estratégico. Con tarjetas de 116-112, 115-113 y 115-113, los jueces reflejaron la superioridad del peleador de Omaha, quien mantuvo su invicto y logró un hito sin precedentes: ser el primer boxeador en la historia en consagrarse campeón indiscutido en tres divisiones distintas.
Canelo, que llegaba como figura consagrada con 63 victorias y solo dos derrotas, no logró imponer su potencia física ni descifrar el estilo ambidiestro de su rival. “Una derrota no me define. Compartir el ring con Crawford fue especial”, declaró el mexicano tras el combate.
Crawford, por su parte, agradeció a su equipo y al público: “Esto no es una coincidencia. Dios me trajo hasta aquí. Canelo es un gran campeón y lo respeto mucho”.