El sismólogo argentino Benjamín Heit, analizó este miércoles, en conversación con LN+, la magnitud del poderoso terremoto de 8,8 en la escala de Richter en la península de Kamchatka a una profundidad de 21 kilómetros.
En ese sentido, lo consideró el “segundo de los más fuertes de los últimos 100 años en esa zona”. El récord a nivel mundial lo tiene el ocurrido en Biobío, Chile, en 1960 con una magnitud de 9,5.
“Es un terremoto bastante fuerte. Si bien se ve como un punto en el mapa, es una fractura que tiene unos 400 km de largo. Eso se va ir definiendo con el correr de los días a medida que vayan ocurriendo pequeños terremotos “aftershocks” que pertenecen a esa secuencia del terreno. Es una zona habituada a este tipo de terremotos con magnitudes importantes”.
Y detalló que como producto de este temblor colosal, que, según muestran datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, es el sexto sismo más fuerte de la historia y el segundo más poderoso desde el devastador terremoto de Japón en 2011 (9,1), se han registrado unos 30 eventos telúricos con magnitudes mayores a 5 en las últimas horas.
“Todavía se va a seguir moviendo por varios días más o meses. Demora mucho tiempo en acomodarse. Es una zona muy activa desde el punto de vista sismológico, hay muchos terremotos asociados a la placa pacífica por debajo de la norteamericana. Si bien Kamchatka pertenece a Rusia, toda esa zona incluso el norte de Japón están asentados sobre la placa norteamericana y, al meterse la placa pacífica por debajo a una velocidad bastante grande, genera este tipo de terremotos”.
Advirtió, en esa línea: “Es muy probable que ocurran terremotos cercanos a magnitud 8 en los próximos meses y, si ocurren en las zonas costeras, pueden generar tsunamis”.
Alerta de tsunami
El poderoso terremoto encendió las alarmas por maremotos en Japón, Filipinas, Indonesia, China, la costa oeste de Estados Unidos, Hawái, Alaska, Ecuador, Chile, Perú y México, entre otras naciones. Según trascendió, se registraron evacuaciones en algunas ciudades costeras del Pacífico.
Sobre este punto, explicó: “Cuando ocurren en el mar o en el océano lo importante es el efecto que tienen sobre la masa de agua. En este caso lo importante es saber la profundidad por el hecho de establecer cómo se ha constituido el movimiento del terreno”.
Y siguió: “En este caso se ha generado una falla inversa a profundidad alrededor de 20 kilómetros y eso ha afectado la base del fondo oceánico y ha generado que la masa de agua se acomode y genere las olas que impactaron en la costa de Kamchatka y ha comenzado a expandirse hacia todos lados al norte de Canadá, EE.UU, Chile y toda la costa del Pacifico”.