Hay renovación, nombres que en el futuro cercano van a ser comunes en las listas de convocados de la Argentina. Un trabajo que demanda tener radares apuntando al resto del mundo, porque el presente señala que los jugadores argentinos están desparramados por todo el planeta. La victoria 1 a 0 sobre Chile reflejó esa tarea silenciosa, que a veces comienza en el predio de la AFA y, en otras oportunidades, conectando con futbolistas que nunca actuaron en el país, pero que no dudan en aceptar el llamado. Thiago Almada (24 años) y Nicolás Paz (20), dos de los varios rostros nuevos que citó Scaloni y sostuvieron el brillo de un equipo que hace historia.
La ausencia de Messi en la alineación titular no resultó una sorpresa, aunque es un detalle que siempre genera movimientos en múltiples aspectos: el juego, la táctica, cómo se ordena la selección y los recaudos que tiene que tomar el rival son algunas de las alteraciones en el campo de juego; en las tribunas, el público, sin importar el color de la camiseta, siempre desea disfrutar de las pinceladas de Leo. Para la Argentina existía una inquietud adiciona: no estaría el capitán y referente en un partido en el que el seleccionador Scaloni no dispuso de varios de los principales caudillos. Entre lesionados y suspendidos y lesionados, la lista de las bajas incluyó a Alexis Mac Allister, Giovani Lo Celso, Nicolás Otamendi, Enzo Fernández, Leandro Paredes y Nicolás González.
Sentado junto a Kevin Lomónaco, que tuvo su estreno en una convocatoria, y a Lautaro Martínez, Messi observó sentado en el blanco de los suplentes a aquellos jugadores que representan el recambio que ensaya la selección, después de imponer una primera pauta de renovación durante la conquista de la tercera estrella. “Es evidente que hoy estamos en condiciones de poder probar otras cosas. En principio está para jugar, después valoraremos”, apuntó Scaloni en la conferencia de prensa, consultado sobre la presencia de Leo. Y una vez que se descubrió el velo y quedó al desnudo que el crack sería suplente, revelar quiénes serían las piezas que, en el paño del estadio Nacional, de Santiago, disimularían la ausencia. El foco se concentró en dos futbolistas: Thiago Almada y Nicolás Paz, que tienen un recorrido corto, aunque muy diferente.
⚽️ #Chile 🇨🇱 0 – @Argentina 🇦🇷 1 (Julián Álvarez)
🗣 ¡GANÓÓÓÓÓ LA SCALONETA!
⏱ Final del partido#TodosJuntos 🙌 pic.twitter.com/L9mCsPEdQY
— 🇦🇷 Selección Argentina ⭐⭐⭐ (@Argentina) June 6, 2025
El futbolista de Lyon, junto a Ángel Correa, ingresó en el llamado final para Qatar 2022, por las lesiones de Javier Correa y de González. La joya que eligió a la Argentina, a pesar de que su país de nacimiento es España, hizo su estreno como titular en la Mayor y ante la Roja tenía una oportunidad de despuntar las virtudes que encandilaron a Scaloni y que promovió también que Carlo Ancelotti, en Real Madrid, lo colmara de elogios. La experiencia y el roce de Almada hizo que su participación en el desarrollo tuviera un punto más alto que el de Paz, que se enseñó suelto y como aquellos que tenían funciones ofensivas resultaron indetectables para la marcación chilena: arrancaban desde una posición, pero intercambiaban con velocidad para combinar con la pelota, retrasarse o trazar diagonales; a las maniobras se juntaban Julián Álvarez y Giuliano Simeone para conformar el póquer de ataque.
Almada y Paz son dos jugadores con cunas opuestas. Thiago se hizo desde abajo para llegar muy arriba. Del club Santa Clara, de Fuerte Apache, el camino de trabajo y de sacrificio siempre fue un dictado de su padre Diego, que jugó en las divisiones inferiores de San Lorenzo, y de su madre Leonela. En seis años, el jugador que explotó en Vélez, fue transferido a Atlanta United, el año pasado fue campeón de la Copa Libertadores con Botafogo y ahora juega en Lyon, pasó de vender verdura en el barrio y juntar botella de plástico a convertirse en un jugador internacional, de elite. El sello personal lo impuso en la acción del gol: recibió en el campo argentino de Balerdi y galopó a campo abierto ante una defensa desequilibrada; la habilitación dejó a Álvarez y al artillero en el mano a mano con Brayan Cortés clavó la estocada.
De Tenerife, donde jugó su papá Pablo –surgido de Newell’s y que jugó el Mundial de Francia 1998- Paz fue fichado por Real Madrid, donde realizó el recorrido como juvenil hasta el Castilla. En noviembre de 2023, Ancelotti lo hizo debutar en Real Madrid ante Sporting Braga, por la Champions League. Gambeta, recorrido y pase, el tridente que marcan un estilo; la Argentina lo convocó para jugar en la Sub 20 y Scaloni no se demoró en citarlo para las eliminatorias el año pasado ante Bolivia, donde se lució con una asistencia a Messi, que anoche, lo reemplazó a los 12 minutos del segundo tiempo. En Como (Italia) está la actualidad de Nico, aunque Real Madrid puede ejecutar la repesca y recuperarlo a cambio de US$ 8 millones.
En Chile, la Argentina estiró la ventaja sobre los perseguidores en las eliminatorias. Un triunfo que tuvo entre las varias caras renovadas, las presencias de Almada y Paz. Scaloni tiene piezas de relieve para oxigenar a los campeones de Qatar.
Mastantuono debutó y rompió un récord con la selección
Una noche mágica la de la selección en Santiago, de Chile. Un triunfo que quedará en la historia de la Argentina, que tuvo a Lionel Messi de arranque entre los suplentes y ofreció el estreno de Franco Mastantuono. El juvenil, cuyo pase River define con Real Madrid, se convirtió en el debutante más joven en partidos oficiales: 17 años y 295 días. El récord era de Juan Sarnari, un firmatense que jugó en River y Huracán e hizo su presentación en el Campeonato Panamericano de 1960 ante Costa Rica, un mes después de cumplir la mayoría de edad. Contando todos los partidos, la marca la tiene Maradona, quien representó a la mayor por primera vez con 16 años, 3 meses y 28 días en un amistoso con Hungría, en 1977, en la Bombonera.