“Fue amor a primera vista”. Así describe Lucyana Malossi Queiroz el momento en que descubrió que su vida iba a estar ligada para siempre a la jura en exposiciones ganaderas. Nacida en San Pablo y criada en Mato Grosso, aprendió a caminar entre pasturas y rodeos. Desde muy chica supo que su destino estaba marcado por el campo y los animales. Recientemente estuvo en la Argentina, donde fue jurado en la 23a. Exposición Nacional Brahman, durante Las Nacionales 2025 edición Santander, en la Sociedad Rural de Corrientes.
Lucyana no es una jurado más. Tiene 34 años y una historia cargada de pasión, esfuerzo y gratitud. “Mis vacaciones eran con mi papá en el campo. Ya no está conmigo, pero lo siento presente en todo lo que hago”, cuenta emocionada. Fue su padre, a quien define como su maestro y su mayor fan, quien le transmitió ese amor profundo por el mundo rural.
Se formó en Facultades Asociadas de Uberaba (FAZU), donde el contacto con la Expozebu, la feria más importante de razas cebuinas del mundo, y la Asociación Brasileña de Criadores de Cebú (ABCZ) la marcó para siempre. “Preguntaba todo a todos. Fue amor a primera vista. Enseguida supe que quería dedicarme a esto”, recuerda.
A los 25 años hizo historia al convertirse en la jueza más joven en evaluar animales en Expozebu. Desde entonces, su nombre empezó a sonar en otras pistas. Ya recorrió once países como jurado, compartiendo su mirada técnica y su compromiso con el mejoramiento genético. “Estudio todos los días. No quiero ser la misma de hoy dentro de 10 años. Quiero seguir creciendo, como los animales y la genética que evaluamos”.
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Su debut como jurado en la Argentina fue con una mezcla de emoción, entusiasmo y respeto.
Aunque hoy viaja por todo el mundo, Lucyana no se ha alejado del campo. Junto a su esposo, médico veterinario, lidera una empresa de asesoría técnica y comercial. Solo en lo que va de 2024, ya realizaron 68 remates. “El mejoramiento genético es mi combustible diario. Esa búsqueda constante de armonía y funcionalidad es lo que me mueve”, asegura.
Cree que Brasil y la Argentina tienen mucho por compartir y potenciar en conjunto. “Sin dudas podemos complementarnos en el desarrollo genético del Brahman. Estoy convencida de que este intercambio es enriquecedor para todos”, dice.