Un niño exploraba el Parque Provincial Point Farms, al norte de Goderich, Ontario, con su detector de metales cuando descubrió un tesoro arqueológico de más de un siglo y medio de antigüedad. Su regalo de cumpleaños fue la herramienta que lo llevó a quedar inmortalizado en la historia.
Un pequeño canadiense encontró un naufragio del siglo XIX
En 2023, Lucas Atchison caminaba junto a su familia cuando su detector de metales comenzó a sonar. Al excavar un poco, el niño de entonces ocho años, encontró una estaca de metal unida a un pedazo de madera.
“Estábamos en la playa, sacamos nuestro detector de metales, y en cuanto lo instalamos, ¡ding! Era una estaca del naufragio”, recordó Lucas, quien ahora tiene 10 años, en diálogo con CBC News.
En un principio, el padre del menor, Jason Atchison, pensó que se trataba de restos residuales comunes, pero el niño insistió en seguir con la exploración. Pronto encontraron más clavos y decidieron regresar al otro día para continuar.
No sabían que, en realidad, se trataba de un naufragio del Siglo XIX. La familia decidió informar el hallazgo al personal de los parques provinciales y luego se comunicaron con el Comité de Patrimonio Marino de Ontario (OMHC, por sus siglas en inglés), una organización de voluntarios sin fines de lucro que registra y preserva diferentes hallazgos de la historia marina.
La excavación comenzó dos años después
Si bien la OMHC se contactó con Lucas y hablaron sobre el descubrimiento, no comenzaron el procedimiento de inmediato.
Para iniciar un proceso de excavación se requieren diferentes aprobaciones y requisitos reglamentarios. Recién el miércoles 7 de mayo de 2025, un grupo de voluntarios del OMHC acudió al lugar con palas, cepillos y las maquinarias adecuadas, proporcionadas por el parque provincial, para descubrir el tesoro enterrado en la arena.
La investigación quedó a cargo de la arqueóloga marina Scarlett Janusas y el historiador Patrick Folkes. Encontraron una parte más pequeña del barco de la que esperaban, pero igual de importante.
“Teníamos cuadernas dobles, lo que parece indicar que era un barco de construcción más robusta, y creemos que era una goleta, que suele ser un velero de dos mástiles, generalmente de madera”, explicó Janusas. Folkes considera que podría ser el famoso naufragio St. Anthony o San Antonio.
El naufragio podría ser el San Antonio, perdido desde 1856
Todavía no se halló la suficiente información para determinar de qué naufragio son los restos de la embarcación. Sin embargo, por sus características y lugar de hallazgo podría tratarse del San Antonio, un barco que naufragó en octubre de 1856 durante un viaje de Chicago a Buffalo, Nueva York, y que llevaba cargamento de granos.
“Se describe que encalló a cuatro millas al norte de Goderich, lo cual coincide aproximadamente con la ubicación de estos restos, y esto solo representaría una pequeña parte”, sostuvo Janusas.
Según explicó Folkes, para poder circular las embarcaciones del siglo XIX requerían una cierta cantidad de clavos y una forma específica de cuadernas con cierta distancia. Esas características puede ayudar a establecer la antigüedad del barco.
A pesar del hallazgo de Lucas, volverán a enterrar el barco
Los voluntarios del OMHC ya han realizado una serie de dibujos a escala del naufragio, de una vista desde arriba y un perfil lateral. Ahora, comenzaron a volver a enterar el barco para poder preservarlo.
De acuerdo con los especialistas, el proceso es el siguiente: se vuelve a rellenar el agujero para enterrar la embarcación y se crea un ambiente anaeróbico. Es decir, sin oxígeno, para que no haya ningún tipo de parásitos, u otro organismo que destruya los restos.
“No es una solución perfecta, pero mantendrá la estructura de ese barco durante al menos otros 50 años”, aseguró Janusas.