Ziv Nitzan es una niña israelí de tres años que junto con sus padres y hermana decidió visitar el yacimiento arqueológico de Tel Azeka, a unos 30 kilómetros de Jerusalén, pero nunca llegó a imaginar que el paseo se terminaría convirtiendo en toda una aventura.
Al llegar al lugar, ella y su hermana, Omer Nitzan, paseaban por un camino cuando se toparon con una piedra que llamó su atención, pero jamás se imaginaron que iban a encontrar un tesoro de 3800 años de antigüedad cuando retiraron la arena.
“Ziv se agachó y, de todas las piedras que tenía a su lado, recogió esta. Cuando la frotó y le quitó la arena, vimos que aquello era algo diferente. Llamé a mis padres para que vinieran a ver la piedra, ¡y nos dimos cuenta de que habíamos descubierto un hallazgo arqueológico!”, manifestó Nitzan a un medio de comunicación israelí.
Sus progenitores, al ver que podría tratarse de un tesoro, se pusieron en contacto con la Autoridad de Antigüedades de Israel, quienes no solo quedaron sorprendidos por el descubrimiento de la pequeña, sino que confirmaron que se trataba de un escarabajo pelotero, un sello de la Edad de Bronce medio, originario de Egipto y que tenía unos 3800 años de antigüedad.
“En ese período, los escarabajos se utilizaban como sellos y amuletos. Se encontraban en tumbas, edificios públicos y hogares particulares”, explicó la doctora Daphna Ben-Tor en un comunicado.
Debido al descubrimiento que tuvo la familia Nitzan, recibieron un certificado otorgado por Semyon Gendler, arqueólogo encargado de la región de Judá. Además, este amuleto fue incluido en una exposición especial para la Pascua judía, la cual conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto.
En la mitología de antiguo Egipto, los escarabajos eran considerados un símbolo de nueva vida, debido a la bola de estiércol que creaba y en la que posteriormente ponían los huevos. Su significado en egipcio viene del verbo “llegar a existir” o “ser creado”.
El lugar en el que fue encontrada esta “hermosa piedra” corresponde a un yacimiento en las inmediaciones de Beit Shemesh, en el que previamente hallaron evidencias de la evolución de diferentes culturas.
Además, cerca de ese lugar, según relata la Biblia, fue la batalla entre David y Goliat. “El sello que la pequeña Ziv encontró durante un viaje familiar a Tel Azekah nos conecta con una gran historia, la de las antiguas civilizaciones que habitaron esta tierra hace miles de años”, manifestó el Ministro de Patrimonio, Amichai Eliyahu.
El profesor Oded Lipschits, quien dirige excavaciones en este sitio, comentó que: “Los hallazgos demuestran que durante la Edad de Bronce Medio y Tardío, aquí prosperó una de las ciudades más importantes de las tierras bajas de Judea”.
También, explicó que este amuleto posee una gran importancia arqueológica, debido a la importancia cultural y espiritual, ya que los antiguos egipcios consideraban sagrados a los escarabajos peloteros.
Por Wendys Pitre Ariza