Crhiss Vanger, figura conocida en TikTok y otras plataformas, reapareció públicamente luego de varios días de especulación sobre su paradero. En un video difundido a través de redes sociales, negó las acusaciones de presunta apropiación ilícita y aseguró que se mantiene en el país.
Admitió tener una deuda económica, aunque rechazó que se trate de un delito, y sostuvo que detrás de la controversia habría una persona que busca perjudicar su imagen.
Su mensaje llega en medio de un ambiente cargado por comentarios, denuncias y declaraciones cruzadas, mientras sus seguidores y detractores debaten en redes sobre la versión del creador digital y el alcance de sus palabras.
Reaparición en medio de rumores
El retorno público de Crhiss Vanger generó expectativa entre sus seguidores. El influencer había permanecido alejado de las redes desde que surgieron denuncias por supuesta apropiación ilícita de más de cinco mil soles, según versiones que circularon en distintos espacios digitales.
En su mensaje, Vanger comenzó afirmando con firmeza: “Porque yo no soy lo que me están acusando. Tengo una deuda, por supuesto que la tengo y voy a saldarla. Me va a tomar tiempo, pero voy a saldarla. Es lo único que hay aquí”. Con esas palabras buscó marcar distancia de los señalamientos que, según él, tergiversaron la situación real.
El video, que rápidamente se viralizó, fue interpretado por muchos como un intento por limpiar su nombre antes de una posible acción legal. En su declaración, el tiktoker insistió en que no se ha ido del país ni pretende evadir responsabilidades financieras. “Estoy acá para desmentir toda la información falsa que se ha difundido de mí en las últimas semanas”, sostuvo.
Su tono pausado y la manera en que se expresó generaron reacciones divididas. Algunos internautas lo respaldaron con mensajes de apoyo, mientras otros consideraron que su aparición no aportó claridad al caso. Aun así, el contenido se convirtió en uno de los más comentados del día, ubicando nuevamente su nombre en tendencia nacional.
“Hay alguien detrás de todo esto”: la versión del influencer
Durante su declaración, Crhiss Vanger apuntó hacia una supuesta campaña en su contra. “Si están poniendo esa palabra en esos términos es porque es la única forma que tienen para, de alguna u otra forma, la persona que está detrás de todo esto, cobrar”, expresó. Sin mencionar nombres, insinuó que la controversia habría sido planificada con el propósito de dañarlo públicamente.
La reacción ante esta afirmación fue inmediata. En espacios de entretenimiento y opinión, se discutió la posibilidad de que el influencer estuviera intentando desviar la atención o, por el contrario, revelando un conflicto personal no resuelto. En paralelo, otras voces recordaron que existe un documento presentado ante una comisaría donde se consignan montos y reclamos vinculados a su nombre.
Quienes siguen el caso señalan que el enfrentamiento podría escalar al terreno legal. “Hay personas que se han juntado con abogados y, según tengo entendido, van a llegar hasta el final de los hechos”, comentó Ric La Torre, analista de farándula al referirse a las partes involucradas.
El propio Vanger, en su mensaje, subrayó que no busca cambiar la opinión de nadie. “Pueden creer lo que realmente quieran. No estoy acá para cambiar su opinión, solo para informar y desmentir la información falsa”, enfatizó. Con esa frase, pareció cerrar temporalmente el capítulo mediático, aunque sin ofrecer mayores detalles sobre las cifras o los compromisos que lo mantienen bajo escrutinio.
Una deuda reconocida y una reputación en disputa
La admisión de una deuda fue interpretada como un gesto de transparencia, aunque también reavivó las críticas sobre la gestión de sus compromisos económicos. El influencer no precisó el origen ni los plazos de pago, pero afirmó que asumirá la responsabilidad. “Tengo una deuda, por supuesto que la tengo y voy a saldarla”, reiteró ante sus seguidores.
Desde que comenzaron los rumores, las redes sociales se convirtieron en un tribunal paralelo donde la credibilidad del creador digital fue puesta a prueba. Comentarios, especulaciones y juicios públicos llenaron los espacios de interacción. Para algunos, su reaparición fue una forma de recuperar el control de la narrativa; para otros, una reacción tardía frente a evidencias que aún deben esclarecerse.
Fuentes cercanas a su entorno indicaron que Vanger ha preferido mantener bajo reserva los nombres de las personas involucradas. En su testimonio, evitó aludir directamente a los denunciantes o a las instituciones que podrían estar evaluando el caso.