Lo que debía ser una jornada de celebración acabó en tragedia en Goult, un pequeño pueblo del sur de Francia. En la madrugada del domingo, hacia las 4:30, un grupo de hombres encapuchados y armados irrumpió en una fiesta de boda y abrió fuego contra los asistentes, provocando la muerte de dos personas, entre ellas la propia novia. Otros tres invitados resultaron gravemente heridos, incluido un niño de unos diez años.
Según los primeros informes, el tiroteo se produjo cuando los recién casados abandonaban la sala de fiestas. En ese momento, se toparon con los atacantes, quienes dispararon contra ellos sin previo aviso. Al intentar huir del lugar en su vehículo, los novios atropellaron a uno de los agresores, que murió en el acto.
Las autoridades francesas han desplegado un impresionante operativo de seguridad para esclarecer lo sucedido y dar con los autores del ataque. Se baraja la hipótesis de que se trate de un ajuste de cuentas, aunque por ahora no hay confirmación oficial sobre los motivos del crimen.
28 personas presentes y gran despliegue policial
En el momento del ataque, aún permanecían 28 personas en la sala donde se celebraba la boda. Todas ellas han sido consideradas “personas implicadas” en la investigación, al menos como testigos clave de los hechos.
La Gendarmería francesa ha activado tres operativos simultáneos: uno de mando entre Goult y Avignon con 12 agentes, un dispositivo de búsqueda con 65 efectivos, helicópteros, perros rastreadores y miembros del GIGN (la unidad de élite de la Gendarmería), y un equipo judicial con 30 investigadores y técnicos forenses procedentes del Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería Nacional (IRCGN), ubicado en Pontoise, cerca de París.
La investigación sigue en curso y por el momento no se han producido detenciones, aunque las autoridades mantienen todas las vías abiertas para esclarecer los hechos que han conmocionado a este pueblo de apenas 1.000 habitantes en la región de Luberon.
Un crimen sin precedentes en Goult
Goult es un pequeño pueblo de unos 1.000 habitantes, situado en el departamento de Vaucluse, en el sur de Francia, en la región de Provenza. Está rodeado de campos, viñedos y montañas, y es conocido por su tranquilidad y su encanto rural. Hasta ahora, era un lugar muy seguro: en todo el año 2023 apenas se registraron 34 delitos, y ninguno fue un asesinato. Por eso, el tiroteo ocurrido durante la boda ha impactado tanto a los vecinos.
Aunque hace más de diez años se produjo un asalto con armas en un vehículo, nunca antes se había vivido un crimen tan violento como este. La policía desplegó un gran operativo para investigar lo ocurrido, con helicópteros, perros rastreadores y el grupo especial de intervención de la Gendarmería. La calma habitual del pueblo se ha visto rota por un suceso que sus habitantes no olvidarán fácilmente.
Preocupante crecimiento de los asesinatos
En los últimos años, ha habido un aumento en los asesinatos y los intentos de homicidio en Francia, una tendencia que sorprende por su rápido crecimiento. Las cifras oficiales muestran que los homicidios pasaron de 816 en 2020 a más de 1 010 en 2023, un incremento del 24 % en apenas tres años. Por su parte, los intentos de homicidio han aumentado aún más, con un alza del 59 % entre 2016 y 2022, y nuevas cifras récord superan los 4 000 en 2023.