La expectación era máxima anoche en el estadio St. Jakob-Park de Basilea, no solo por la histórica final de la Eurocopa femenina, sino también por la presencia en el palco de la Princesa Leonor y la infanta Sofía. Ambas hermanas no dejaron nada al azar y cuidaron detalles que dieron mucho que hablar desde el primer minuto.
El accesorio que más titulares y miradas acaparó fue, sin duda, el ya célebre pañuelo rojo de Sofía. Fiel a su amuleto, repitió el mismo complemento XXL que llevó en Sídney durante la final del Mundial, consolidándose como guiño personal a la Selección y símbolo visible de apoyo. El gesto fue rápidamente interpretado en redes como muestra de superstición positiva y de implicación emocional con el equipo nacional, mientras que su hermana optaba por la sobriedad estilística.
A mitad del partido, la infanta decidió retirarse el pañuelo, quizá por el calor o la emoción del momento, pero en ningún instante lo soltó y lo mantuvo sujeto en sus manos hasta el final.
Antes del pitido inicial, las hijas de los Reyes ofrecieron un breve discurso ante las cámaras de RTVE. Leonor, con un tono seguro y medido, parecía haber memorizado cuidadosamente sus palabras. Sofía, en cambio, apostó por la espontaneidad y se mostró más natural y cercana en su intervención. Esta diferencia en el modo de expresarse fue muy comentada por los espectadores y en redes sociales, donde se debatió sobre la frescura de Sofía frente al papel más institucional de la heredera.
En cuanto a sus looks, ambas volvieron a brillar con estilismos coordinados y elegantes: pantalones blancos de corte ancho y americanas, aunque Leonor apostó por una blazer azul marino con raya diplomática y zapatillas deportivas, proyectando una imagen moderna y sobria, mientras Sofía eligió una americana beige y bailarinas destalonadas, junto al ya mencionado pañuelo rojo, que aportaba un juego cromático, sporty y festivo al conjunto.
A lo largo del partido, las imágenes mostraron una extraordinaria complicidad entre las hermanas: gestos de apoyo mutuo, comentarios y sonrisas que consolidan la imagen de unidad y cercanía que ambas transmiten en cada aparición. Desde el palco, animaron a las jugadoras y saludaron a otros miembros de la realeza internacional, como el Príncipe Guillermo y la Princesa Charlotte.
A pesar de todo el entusiasmo, la Selección finalmente no consiguió la victoria en un encuentro muy reñido, pero dejó algunas imágenes que pasarán a la historia.
