Belgrano y Alumni son viejos conocidos, hijos del mismo barrio residencial. Criados entre calles de adoquines y elegantes casas de tejas. A comienzos del siglo pasado, el fútbol amateur los enfrentó, y con el correr del tiempo y la conversión de la práctica de ese deporte en una actividad profesional, se volvieron también adversarios acérrimos, pero movilizados por una pelota ovalada en lugar de una esférica.
Partidos históricos, campeonatos inolvidables, glorias como para homenaje eterno jalonaron, y aún distinguen, la historia de los marrones y amarillos y los albirrojos… Hasta una final los puso cara a cara, el año pasado. Una conquista que Alumni guardará siempre en el recuerdo, por el esfuerzo de todos y la puntería, y la sangre fría, del apertura Joaquín Díaz Luzzi para acertar un drop en el tiempo suplementario y largarse a festejar el 20-17 definitivo.
Eso es historia. Un episodio grabado a fuego. Pero la historia se actualiza a diario. A cada momento escribe páginas. Como la de este sábado. Otro clásico en la calle Virrey del Pino y un triunfo de Belgrano, al igual que en la primera rueda en la cancha de su oponente. Un 35-17 lapidario esta vez. Que expone los respectivos presentes del puntero y el vigente campeón. El primero está imparable en su camino hacia los playoffs, y el segundo atraviesa un momento difícil, más como consecuencia de los resultados (acumuló la cuarta derrota consecutiva) que del juego. Los trenes con destino a la revalidación del título pasan y pasan y Alumni, por más que lo intenta, no logra subirse a ninguno. Y no deben de quedar muchos servicios en el cronograma.
Belgrano sigue su marcha triunfal hacia las semifinales. Desfila a paso redoblado. Gana, y gana, y gana. Nada ni nadie lo detiene. Ni su clásico rival, tocado por la actualidad mezquina, de encomiable empeño y demasiados traspiés. ¿Logrará el CASI, el único verdugo de Belgrano en la temporada, bajarlo el próximo sábado? Se verá.
Hasta ahora, el equipo entrenado por Guillermo Tramezzani y Luis y Francisco Gradin desfila gallardamente por la pasarela de la URBA. Jugando bien o algo enredado; con la precaución y la austeridad propias de un test-match o suelto, despojado de pruritos y soltando las palomas al viento; con nervios al comienzo y serenidad luego, una vez que la maquinaria empieza a carburar… Con más o menos galanura, con mayor o menor contundencia, pero siempre procurando un rugby integral, de forwards y tres cuartos armoniosamente complementados, el Marrón saca adelante, sábado a sábado, sus compromisos. Son tales la confianza y la convicción que, a pesar de algún comienzo errático (el de este sábado no fue el primero del año), Belgrano tiene la certeza de que, tarde o temprano, encauzará el trámite y doblegará al adversario. De que ese plus de entrega y determinación barrerá con todo, y que al de enfrente no le bastará dejar la piel. El equipo porteño termina imponiéndose por sus virtudes.
Julián Rebussone, el capitán, lo tiene muy claro: “Siempre hay cosas por corregir y hay que seguir construyendo. Estamos confiados en lo que podemos dar y venimos mostrando eso, partido a partido. Cuando la cosa se nos complica, contamos con un plus, que echamos sobre la cancha, y eso nos impulsa. Últimamente los resultados son favorables, pero nosotros mantenemos los pies sobre la tierra. Sabemos que hay mucho por mejorar y tenemos claro que aún queda un montón”. El ala volvió a destacarse. Pero también se lucen otros, hacedores de esta victoria en el clásico muy celebrada por los jugadores y los hinchas, en una conmovedora comunión.
Compacto del éxito de Belgrano en el clásico
Belgrano es pragmático. Se adapta a las necesidades del compromiso. Si hay que presionar, sacrificarse y avanzar con el pie, lo hace con pulcritud, aunque no brille. Si el panorama se presta para jugar con la pelota, también lo hace, y sus tries deslumbran, como el de Juan Penoucos en el primer tiempo al cabo de una gran acción colectiva. Y en ambas facetas saca réditos. Ahoga en el campo ajeno (Ignacio Díaz cerró la cuenta con una intercepción a diez metros de los postes de Alumni, producto de esa presión) y defiende abroquelado en sus 25 metros y se agazapa para sacar contraataques letales.
Belgrano es pragmático. Prioriza la utilidad, con la pelota y sin ella. Con brillo y sin él. Y en algo es reiterativo: ganar. Siempre. Por ahora desfila. Marcha a paso redoblado.
Síntesis de Belgrano 35 (B) vs. Alumni 17
- Belgrano: Juan Landó; Pedro Arana, Santino Ruzzante, Martín Arana e Ignacio Díaz; Joaquín Mihura A y Tomás Cubelli; Julián Rebussone (capitán), Franco Vega y Augusto Vaccarino; Juan Penoucos y Mateo Gasparotti; Eliseo Marchetti, Francisco Lusarreta y Francisco Ferronato.
- Cambios: ST, 13 minutos, Theo Blaksley por Cubelli; 19, Ramón Duggan por Rebussone; 22, Franco Morales por Marchetti; 27, Tomás Etchepare por Ruzzante, y 37, Santiago Villegas por Ferronato.
- Entrenadores: Guillermo Tramezzani, Luis Gradin y Francisco Gradin.
- Alumni: Tobías Wade; Ramón Fuentes, Santiago Pernas, Alejo González Chaves y Gonzalo Tapia; Joaquín Díaz Luzzi y Tomás Passerotti; Tobías Moyano, Santiago Montagner A e Ignacio Cubilla; Juan Patricio Anderson y Lucca Mariani; Francisco Bottoni A, Máximo Lamelas A y Tomás Bivort (capitán).
- Cambios: PT, 3 minutos, Manuel Mora por Anderson; ST, 13, Filippo Testoni por Tapia; 16, Máximo Castrillo por Lamelas, y 18, Sebastián Fauve por Moyano.
- Entrenadores: Rodrigo Jiménez Salice y Hernán Ballatore.
- Primer tiempo: 13 minutos, penal de Díaz Luzzi (A); 35, penal de Díaz Luzzi (A), y 40, gol de Landó por try de Pedro Arana (B). Amonestados: 40, Lamelas (A). Resultado parcial: Belgrano 7 vs. Alumni 6.
- Segundo tiempo: 3 minutos, try de Pernas (A); 10, gol de Landó por try de Cubelli (B); 15, penal de Díaz Luzzi (A); 18, gol de Landó por try de Penoucos (B); 24, penal de Díaz Luzzi (A); 31, try-penal (B), y 40, gol de Landó por try de Díaz (B). Amonestados: 27, Montagner (A); 31, Bottoni (A), y 34, Mihura (B). Resultado parcial: Belgrano 28 vs. Alumni 11.
- Árbitro: Mauro Rossi.
- Cancha: Belgrano.
- Intermedia: Belgrano 27 vs. Alumni 23.