La tarifa mínima del transporte público concesionado en el Estado de México subirá de 12 a 15 pesos por los primeros cinco kilómetros, confirmó la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat). El incremento se definirá esta semana y entrará en vigor en mayo.
El presidente de la Canapat en la entidad, Odilón López Nava, explicó que el ajuste es resultado de las mesas de trabajo con el Instituto del Transporte, tras seis años sin actualización tarifaria. En ese periodo, los costos operativos han aumentado de forma sostenida, lo que ha impactado directamente en la rentabilidad del servicio.
Según López Nava, el aumento es necesario para cubrir el alza en precios de diésel, llantas, refacciones, lubricantes y sueldos, además de las cargas fiscales como el IMSS, el Infonavit y otros impuestos. A diferencia de la Ciudad de México, donde el transporte público recibe subsidios, el sistema mexiquense opera sin apoyos gubernamentales.
“El Metro cuesta más de 30 pesos, pero la gente paga cinco porque hay subsidio. Aquí no tenemos eso”, declaró.
El sector transportista también acusa una competencia desleal por parte de taxis y unidades irregulares que operan fuera de la normativa estatal y fijan sus propias tarifas. La Canapat sostiene que estas prácticas afectan directamente a quienes sí cumplen con las reglas de operación y concesión.
Ajuste moderado tras negociación
A principios de año, la Canapat propuso un aumento de hasta seis pesos. Sin embargo, tras varias reuniones con autoridades de Movilidad, se acordó reducir la solicitud a tres pesos. El Instituto del Transporte expresó su preocupación por el impacto social del alza, lo que provocó una respuesta directa de los transportistas.
“Las familias de los operadores, mecánicos y trabajadores del transporte también son pueblo. Si el sistema no es sostenible, todos se ven afectados”, afirmó López Nava.
Para sustentar la solicitud, los transportistas presentaron estudios técnicos con costos actualizados de operación. Estos incluyen la depreciación de unidades, aumentos en energía eléctrica para vehículos con nuevas tecnologías, y gastos laborales asociados al mantenimiento del servicio.
López Nava concluyó que el objetivo no es elevar la tarifa sin control, sino alcanzar un punto de equilibrio que permita mantener el servicio sin comprometer la operación ni a los trabajadores del sector.
Apenas hace un mes, el secretario de Movilidad, Daniel Sibaja, remarcó que la posición del gobierno estatal es que no habría incremento a la tarifa del transporte público. Entonces, destacó que “se ha apoyado como nunca al sector y, si bien hay un alza inflacionaria generalizada, no hay condiciones para un aumento”.
En el Estado de México, únicamente dos de cada diez unidades de transporte público que operan en la entidad han completado el proceso de regularización de sus concesiones, según informó Gabriel Gerardo García Reyes, director general del Registro Estatal de Transporte Público, organismo que forma parte de la Secretaría de Movilidad.