Numerosos pasajeros enfrentan, desde tempranas horas de hoy 2 de octubre, extensas esperas y alzas en el costo del pasaje debido al paro de transporte en Lima y Callao. En su itinerario de protesta, también figura una marcha hacia los exteriores de la sede del Congreso de la República.
Los operadores del transporte urbano ya organizan su recorrido desde distintos puntos estratégicos de la capital, lo que viene marcando una jornada de protestas que afecta la rutina de ciudadanos en varios puntos.
La principal concentración de los manifestantes se produce en Puente Piedra, desde donde avanzarán por toda la Panamericana Norte rumbo al centro histórico de Lima. Su destino final es la avenida Abancay, donde se ubica la sede del Parlamento.
Otros grupos de transportistas se agrupan en Puente Atocongo, Puente Nuevo y diferentes sectores de la zona sur, movilizándose por la Panamericana Sur hasta alcanzar los exteriores del Congreso.
Las vías clave para el desplazamiento de los conductores contempla rutas posiblemente congestionadas en el norte y sur de la capital, lo que incrementaría las dificultades para los usuarios habituales del servicio público.
Las concentraciones
Miguel Palomino, presidente de la Asociación Nacional de Transportistas, detalló a Latina que “las concentraciones serán en Puente Piedra. Hay un piquete en Villa El Salvador, también están en el Puente Atocongo y Puente Nuevo”. Las declaraciones del dirigente reflejan la organización de la movilización y las zonas de mayor presencia gremial durante la jornada.
El contexto del paro se ve marcado por críticas directas al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Palomino cuestionó la postura oficial y señaló: “Lamentamos la gran mentira del ministro de Transporte, porque es lamentable que él utilice personas lobistas como el caso de Martín Ojeda, en las cuales ha mentido ayer diciendo que el transporte no va a parar”.
El presidente del gremio acusó al funcionario de minimizar la magnitud de la paralización y aseguró que la afectación al servicio es casi total: “No ha salido ni el uno por ciento. Prácticamente casi nada de buses, porque las empresas formales, en su totalidad, han parado. En estos momentos, no hay buses. Y si vemos buses, son algunos que no tienen tarjeta de circulación que están saliendo a trabajar.”
Las declaraciones contrastan con lo anunciado la víspera por Martín Ojeda, director de la Cámara Internacional de la Industria del Transporte, quien tras una reunión en el Ministerio de Transporte el 1 de octubre anticipó ante la prensa que “el 80 %” de buses y custer formales no iban a acatar el paro y circularían con normalidad.
Esperas y falta de buses
Sin embargo, la realidad en las calles se observa distinta en las primeras horas de este jueves, como evidenció Latina en sus recorridos por los principales paraderos de Lima Metropolitana.
Pasajeros entrevistados reportaron esperas superiores a los cuarenta minutos, escasez de vehículos y una significativa reducción de la oferta de buses.
Durante la mañana, la estación Fundición y otros puntos del corredor norte presentaban extensas filas de personas aguardando por un medio de transporte. “Diez minutos”, respondió una pasajera al ser consultada por el tiempo de espera, mientras otra confirmó que las combis incrementaron el pasaje habitual: “De Lomas a Fundición nos cobraron dos soles, usualmente pago sol cincuenta”.
Otros usuarios, como un pasajero que debía llegar hasta Trapiche, describían una situación de incertidumbre: “Como veinte minutos. Estoy esperando cualquiera que me lleve antes de Pro, porque voy al colegio. Nada, no hay unidades”.
Las dificultades no se limitaban a los trabajadores; el sector educativo también acusaba el impacto. Un trabajador de un colegio militarizado informó que las clases pasaron a ser virtuales, aunque el personal debía desplazarse presencialmente.
El incremento en la tarifa fue uno de los efectos inmediatos. Un pasajero contó que los colectivos solicitaban “diez soles” por un trayecto que en días normales cuesta tres soles.
En paralelo a la movilización principal, vecinos de Carabayllo reportaron bloqueos en la Avenida Túpac Amaru, a la altura del kilómetro 22. Imágenes difundidas a través de Latina mostraron piedras obstaculizando el acceso de todo tipo de vehículos, incluidos camiones y buses interprovinciales, en un punto fundamental para la salida de unidades hacia distintos distritos de Lima Norte.
Entre las demandas de los transportistas resalta la renuncia del ministro de Transporte a la Junta Nacional de Justicia y la instalación de una mesa de diálogo sectorial, reiniciada durante el mes de abril. El dirigente Héctor Vargas subrayó la necesidad de acciones inmediatas para abordar problemas de seguridad ciudadana y diálogo con los poderes del Estado.