El vuelo AV8579 de Avianca que cubría la ruta entre Bucaramanga y Bogotá se vio alterado el domingo 31 de agosto por un incidente inesperado.
Un pasajero, que más tarde sería detenido, interrumpió la tranquilidad del trayecto con una declaración que sembró inquietud: “Yo lo hago por todos ustedes, no por mí”, afirmó el hombre, según relató una testigo presencial.
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El itinerario original preveía el despegue a las 2:52 p. m. y la llegada a Bogotá a las 4:00 p. m. La calma inicial se quebró cuando el pasajero, ubicado en el asiento 24D, comenzó a mostrar signos de nerviosismo.
“El joven se cubría el rostro con las manos y movía la pierna izquierda sin parar”, describió la testigo, quien también notó que “su gorra y maleta eran nuevas y recién compradas en una tienda del aeropuerto. Ni siquiera se molestó en quitarles la etiqueta. Era lo único que llevaba con él”.
La situación escaló cuando el hombre se levantó mientras el avión rodaba hacia la pista y se dirigió a la tripulación. “¿Se va a bajar? ¿Qué pasó?”, se escuchó en la cabina, reflejando la confusión generalizada. Poco después, el pasajero regresó a su asiento y reiteró su mensaje: “Yo lo hago por todos ustedes”, insistió, y añadió: “Yo consumo marihuana y, aunque sea poco, si ustedes lo han hecho… para mí no valen nada”.
El temor se extendió entre los ocupantes del avión. “¿Será que tiene una bomba o algo así?”, preguntó la madre de tres niños a la testigo, quien respondió: “No, no creo, no lo habrían dejado pasar. Es imposible”.
La incertidumbre se mantuvo mientras el hombre permanecía en la parte delantera, rodeado por la tripulación, hasta que finalmente fue escoltado hacia la puerta. Antes de abandonar la aeronave, el pasajero se dirigió nuevamente a los presentes: “Ustedes dirán si me bajo o no. Yo lo hago por ustedes, pero digan algo”, expresó, generando un silencio absoluto.
Esta secuencia de afirmaciones, cargadas de ambigüedad y alteración emocional, llevaron a que algunos pasajeros temieran que el individuo pudiera portar algún objeto peligroso.
El ambiente se tornó tenso, con pasajeros interpretando las palabras del hombre como una amenaza. “Metiéndole miedo a la gente. Vaya a cuidar a su familia, descarado”, exclamó una mujer. Otra pasajera le increpó: “Escandaloso, niño cristal, no queremos que te quedes, traumatizado”. Entre los afectados se encontraban bebés, adultos mayores y una mujer embarazada que, visiblemente alterada, se levantó acariciando su abdomen.
La intervención de la Policía Metropolitana de Bucaramanga permitió la detención del individuo, quien fue trasladado a una clínica de reposo, según informaron las autoridades.
El capitán del vuelo solicitó calma a los pasajeros y pidió que aguardaran instrucciones para descender y regresar a la sala de espera. La inspección sanitaria y policial de la aeronave se prolongó durante treinta minutos, tras los cuales los pasajeros retomaron sus asientos y el vuelo despegó, cumpliendo el horario previsto de llegada a Bogotá.
¿Qué dijo la aerolínea?
La aerolínea Avianca instó a las autoridades nacionales a endurecer las sanciones y considerar el veto definitivo para quienes representen una amenaza a la seguridad de los vuelos, luego de que un joven adoptara una actitud disruptiva y profiriera amenazas contra los pasajeros del vuelo AV8579.
La situación obligó a la tripulación a regresar a la plataforma antes de iniciar el trayecto, alterando los planes de salida y generando inquietud entre los afectados.
Según el comunicado emitido por Avianca, la reacción de la tripulación incluyó la entrega inmediata del individuo a los servicios de sanidad aeroportuaria y su desembarque.
Posteriormente, la aeronave fue sometida a una revisión exhaustiva de seguridad antes de reanudar su itinerario. “Un joven presentó un comportamiento disruptivo y amenazó a los pasajeros, lo que obligó al avión a regresar a la plataforma antes del despegue”, informó la aerolínea en una de sus declaraciones.
La compañía aprovechó la coyuntura para recalcar su política de “cero tolerancia frente a conductas que comprometan la seguridad” y dejó claro que continuará aplicando todas las herramientas civiles y penales a su disposición para garantizar tanto la protección de sus clientes como la de su personal.
En palabras de la propia empresa: “La aerolínea reitera su llamado a las autoridades para fortalecer las normas con sanciones más severas e, incluso, la posibilidad de prohibir o suspender la capacidad de volar a quienes reincidan o pongan en riesgo la seguridad”.
Además, la demanda se extendió a la necesidad de “un marco legal más sólido que permita disuadir, sancionar y prevenir comportamientos similares”, insistiendo en que solo con herramientas normativas claras podrán evitarse episodios de este tipo en el futuro.
Finalmente, Avianca subrayó que “la compañía seguirá utilizando todas las herramientas civiles y penales para proteger a sus clientes y colaboradores, al tiempo que insiste en sacar adelante el marco legal que el país necesita para disuadir, sancionar y prevenir estos comportamientos”.