Amán, 19 may (EFE).- El Tribunal de Seguridad del Estado jordano dictó este lunes la pena de muerte para el principal implicado en el asesinato de un general de brigada y dos policías en incidentes en la provincia sureña de Maan, en 2022, en el que se detuvo a varias personas.
En la sentencia hecha pública este lunes, el tribunal condenó a muerte al implicado por su participación directa en el ataque que derivó en el asesinato de un general y de dos agentes, mientras que otros tres acusados fueron condenados a 20 años de prisión, según detalló el abogado defensor Musa al Abdallat.
Asimismo, indicó que otros dos imputados fueron condenados a 10 años, uno a 9 años y otro más a 3 años por no haber informado a las autoridades sobre los «planes terroristas», y otros dos fueron absueltos de los cargos, explicó Al Abdallat.
El tribunal condenó a los acusados por cargos relacionados con terrorismo, incluyendo la comisión de actos terroristas que resultaron en la muerte de una persona, así como por cargos de uso ilegal de armas de fuego y promoción del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
La redada que acabó con la vida de los dos agentes se llevó a cabo en diciembre de 2022, tras el asesinato de un general de brigada, identificado como Abdul Razaq al Dalabeh, durante las protestas que sacudieron al reino en esas fechas por el alza de los precios de los combustibles
Tras la muerte del general, una unidad especial de seguridad entró en un escondite de una célula terrorista en el área de Huseiniya, en la provincia de Maan, donde estarían los sospechosos de su asesinato.
Por entonces, la Dirección General de Seguridad informó de que la unidad «impuso un cerco en el lugar de los sospechosos e inmediatamente después de haber iniciado la operación, uno de ellos disparó con un arma automática contra la unidad, y se aplicaron las reglas de enfrentamiento, lo que dejó dos mártires (policías muertos) y cinco heridos de la unidad, además de la muerte del terrorista».
Por este incidente, detalló que fueron detenidas «nueve personas sospechosas de estar involucradas en el caso, entre ellas cuatro hermanos del terrorista muerto que abrió fuego contra la fuerza, y otros tres hijos de uno de ellos, junto con otras dos personas que iban con ellos que tenían en su posesión armas de fuego automáticas y una gran cantidad de munición».
El general de brigada Dalabeh había fallecido días antes tras recibir un disparo en la cabeza durante una operación para dispersar y evitar «actos de sabotajes» en la zona de Al Huseiniya.
Esa operación se llevó a cabo tras las manifestaciones en diciembre de 2022 de los ciudadanos jordanos, coincidiendo con la decisión del Gobierno de subir el precio de los carburantes que afectó al transporte público.
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