Se llama Zangi, es de origen armenio, tiene cifrado militar y salió a la luz en 2013. Esa es la app en la que el viernes 19 de septiembre “Pequeño J”, principal sospechoso de idear el triple crimen de Florencio Varela, se creó una cuenta desde la cual habría transmitido en vivo el asesinato de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez. El especialista en ciberseguridad Ariel Corgatelli visitó LN+ para analizar su funcionamiento. “Lo que más desconfianza genera es la dificultad que implica su rastreo”, explicó.
“Como toda herramienta, está hecha para el bien o para el mal”, graficó Corgatelli. Según el especialista, a diferencia de aplicaciones como Telegram o WhatsApp, la app utilizada por los narcos “no deja ninguna información alojada en la nube porque la información viaja de equipo a equipo”.
En esa forma de transmisión del contenido radica la gran problemática de la justicia para acceder a la información. En palabras de Corgatelli, “los chats o videos quedan guardados solo si el usuario lo configura previamente así en su dispositivo”.
“Otro aspecto llamativo es que no se necesita ni usuario ni contraseña. Se puede crear un chat en cualquier momento e invitar a que se sume gente”, subrayó el especialista.
“Respecto a la supuesta grabación del triple crimen, hay que ver si, quien realizó la transmisión en vivo, la guardó o no y si se puede recuperar”, aclaró Corgatelli.
Consultado sobre las posibilidades de bloquear esta app, Corgatelli expuso: “No hay forma. Ningún proveedor de internet puede porque, al tener cifrado militar y como utiliza varios protocolos de salida, siempre salta. Con lo cual debería haber algún infiltrado en esa transmisión y tomar esa información. O que un tercero grabe directamente la pantalla”.
“Esta aplicación está perfectamente diseñada para el anonimato”, concluyó el especialista en ciberseguridad.