Triple crimen: el misterioso loco David y un viaje a la villa 1-1-14 con la ropa manchada de barro

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Víctor Sotacuro Lázaro es uno de los nueve sospechosos detenidos por su presunta participación en los homicidios de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez, cuyos cuerpos mutilados fueron enterrados en el fondo de una casa de Florencio Varela. Cuando fue indagado la semana pasada por el fiscal de La Matanza Adrián Arribas, funcionario a cargo de la investigación, hizo referencia a un misterioso personaje detrás del plan criminal al que solo identificó como el loco David o el tartamudo.

“El loco David vino adelante, estaba mojado y embarrado. Yo por dentro me digo ‘este boludo se ha peleado’ y él me dice ‘qué mirás sapo, manejá y mirá para adelante’”, sostuvo en su indagatoria Sotocuro Lázaro, representado por el abogado Guillermo Endi.

El remisero, de 41 años y de nacionalidad peruana, hacía referencia al momento en que el supuesto loco David o tartamudo, quien viviría en la villa 1-11-14, situada en el Bajo Flores, se subió a su Volkswagen Fox blanco a unas 20 cuadras de la casa donde fueron torturadas, asesinadas y enterradas las víctimas de 15 y 20 años.

Era la madrugada del 20 de septiembre pasado. La noche anterior ya había estado en la escena del crimen a la espera del Tartamudo, que había contratado, según la versión del imputado, a Sotacuro Lázaro para que lo vaya a buscar a una fiesta. Había ido acompañado, siempre según la versión del sospechoso, con su sobrina Florencia Ibáñez, quien también está detenida, y el novio de la joven, de nombre Diego.

Contó que estuvieron esperando al Loco David porque el pasajero le dijo que esperaran. En ese lapso de tiempo fueron a un kiosco, a comprar cerveza y a comer a una parrilla a cenar.

Pero decidieron volver al Bajo Flores porque el supuesto pasajero les dijo que se quería quedar tomando en la fiesta.

Las víctimas del tripe crimen

“Manejé yo de vuelta porque Diego había tomado más de seis latas [de cerveza] y yo menos. Florencia iba de acompañante. Cuando estaba en el barrio [por la villa 1-11-14], el Loco David me llama y me dice que lo vaya a buscar y que le lleve una campera que me iba a dar un amigo de él en Riestra y Camilo Torres cerca de una escuela. Eran la 1 o 2 [del 20 de septiembre pasado]”, recordó ante el fiscal Arribas. Su sobrina y el supuesto Diego no lo acompañaron.

Sotacuro Lázaro fue a buscar la campera que le había pedido el Loco David. Se la dieron en una bolsa. Después se dirigió a Florencio Varela. Antes de que el pasajero se subiera a su auto, él durmió en una estación de servicio hasta que le mandaron un mensaje con la ubicación.

“Cuando estoy llegando veo que vienen caminando, eran David y dos muchachos”, dijo el imputado. El fiscal Arribas le preguntó si el lugar donde vio a los pasajeros era cerca de la casa donde lo había ido a buscar unas horas antes [la escena del crimen]. “Sería a unas 20 cuadras, unas diez, a unos cinco minutos, era cerca”, respondió.

El vehículo de Sotacuro Lázaro fue secuestrado en Quilmes

Después, ante otra pregunta del representante del Ministerio Público, el sospechoso explicó: “Venían todos mojados, manchados de barro. Pensé ‘se habrán peleado en la fiesta, era una fiesta peruana’. Los dos de atrás tenían la boca tapada, eran altos, de la misma estatura que David. No sé la nacionalidad porque no hablaban. El loco David vino adelante, estaba mojado y embarrado. Yo por dentro me digo ‘este boludo se ha peleado’ y él me dice ‘qué mirás sapo, manejá y mirá para adelante’. Estaba agresivo, estaban borrachos porque tenían olor a alcohol. El Loco David no quería que lo mire, me decía que solo maneje. Serían alrededor de las 4 o 4.30. Dejé a los amigos de David en la villa Zabaleta y de ahí nos fuimos con el Loco”, sostuvo el remisero.

Después contó que el Loco David agarró la bolsa que le había mandado su amigo y se cambió. Se sacó la ropa que estaba mojada y embarrada y la tiró en un contenedor.

“Se quedó en calzoncillos arriba del auto y me decía ‘no me mires sapo’”, dijo Sotacuro Lázaro.

Arribas le preguntó qué haría él con la ropa si se embarrara o se mojara. “Yo la lavaría, salvo que haya hecho algo malo”, respondió.

Sotacuro Lázaro afirmó que dejó al misterioso pasajero en la villa 1-11-14, “por el pasillo chiquito que le dice la 29″. Y afirmó que después guardó el auto en la cochera donde lo dejaba siempre.

Entonces, el fiscal Arribas le preguntó si le pagaron por el viaje. “Sí, $600.000 en efectivo el domingo [21 de septiembre]”, respondió el imputado.

“¿Cuánto sale un viaje desde villa Zabaleta hasta Florencio Varela?“, quiso saber el fiscal. ”El básico que yo cobro es de $40.000 solo la ida», dijo el sospechoso detenido.

“¿Por qué cree que el loco David le pagó $600.000?“, inquirió el fiscal. ”No sabría qué decirte, yo me sorprendí“.

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