Si hay algo que internet sabe hacer muy bien es convertir cualquier idea en un remedio milagroso para las plantas.
Entre los hacks de jardinería que explotan en redes sociales, hay uno que se lleva todos los aplausos (y también algunas miradas de sospecha): regar con agua de arroz, café o leche para darles un boost de nutrientes a las plantas.
Pero… ¿es realmente un truco infalible o solo una receta para el desastre verde?
Este truco es furor: después de enjuagar el arroz, en vez de tirar esa agua blanca y turbia, la usan para regar. La teoría dice que esa agua contiene almidón, minerales y algo de proteínas que pueden beneficiar el suelo.
¿Funciona? Sí, pero con matices. El agua de arroz fermentada puede mejorar la microbiota del sustrato, favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas que descomponen la materia orgánica y la convierten en nutrientes. Sin embargo, el almidón puede generar hongos o atraer insectos no deseados.
Tip botánico:
- Si querés probar, hacelo una vez cada dos semanas, siempre sin sal ni aceite.
El café es otro de los favoritos en el ranking de hacks virales. Hay quienes riegan con café diluido y quienes simplemente esparcen los restos de café molido sobre la tierra. La idea es que aporta nitrógeno, fósforo, potasio y algo de acidez al sustrato.
¿Funciona? Depende. Las plantas acidófilas como hortensias, azaleas, camelias y helechos sí pueden beneficiarse del café porque ayuda a mantener el pH bajo. Pero si lo usás en exceso o en especies que prefieren suelos más neutros, podés alterar la microbiología del suelo y perjudicar la absorción de nutrientes.
Tip botánico:
- Si vas a regar con café, diluílo bien: una parte de café por diez de agua.
- Evitá regar con café azucarado o con leche.
- El café molido seco se puede usar como mulch o mezclado con la tierra en bajas cantidades.
Aunque suene extraño, hay gente que riega las plantas con leche (¡y hasta con yogurt!). La creencia es que la leche aporta calcio, proteínas y otros minerales esenciales para el crecimiento de las plantas. Algunos también la usan como fungicida natural contra el oídio y otros hongos.
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¿Funciona? En dosis muy pequeñas, la leche puede aportar calcio al suelo y ayudar a corregir deficiencias en algunas plantas.
Pero cuidado: si te pasás, podés generar un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y moho. Además, la leche en descomposición tiene un olor que no es precisamente agradable.
Tip botánico:
- Usá leche diluida al 10% (una parte de leche por nueve de agua) en spray foliar para prevenir hongos en hojas sensibles como las de los zapallos o tomates.
Cada uno de estos trucos tiene su lógica, pero usarlos sin control puede causar más daños que beneficios
Si querés una solución más segura y sin experimentos, apostá por un buen compost o fertilizante casero. Pero si te gusta probar tendencias virales en el jardín, hacelo teniendo en cuenta que la clave está en el equilibrio.