En medio de la creciente tensión en Europa tras la incursión de al menos 19 drones rusos en el espacio aéreo de Polonia, este sábado por la mañana el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió un mensaje a los países de la OTAN, instándolos a dejar de comprar petróleo ruso. Advirtió, además, que Washington impondrá nuevas sanciones a Moscú cuando todos los miembros de la alianza adopten la misma postura.
Asimismo, propuso la imposición de aranceles a China como medida de presión para poner fin a la guerra en Ucrania.
“Estoy dispuesto a imponer sanciones importantes a Rusia cuando todos los países de la OTAN hayan acordado y comenzado a hacer lo mismo, y cuando todos los países de la OTAN dejen de comprar petróleo a Rusia”, afirmó Trump en una publicación en su plataforma Truth Social.
“El compromiso de la OTAN para ganar ha sido muy inferior al 100%, y la compra de petróleo ruso por parte de algunos ha sido impactante. Esto debilita enormemente su posición negociadora y su poder de negociación con Rusia. De todos modos, estoy listo para ‘actuar’ cuando ustedes lo estén. Solo tienen que decir cuándo”, destacó el líder republicano.
Propuso, por su parte, que la OTAN, como grupo, imponga aranceles del “cincuenta al cien por ciento” al régimen de China —los cuales se levantarían completamente tras el fin del conflicto entre Rusia y Ucrania— como medida para agilizar un desenlace. El presidente norteamericano argumentó que Beijing mantiene un fuerte control, e incluso dominio, sobre Moscú, y que presionar mediante estos aranceles podría romper tal influencia.
“Solo estoy aquí para ayudar a detener la guerra y salvar miles de vidas rusas y ucranianas (solo la semana pasada se perdieron 7118 vidas. ¡UNA LOCURA!). Si la OTAN hace lo que digo, la guerra terminará rápidamente y se salvarán todas esas vidas. Si no, solo estarán desperdiciando mi tiempo, y el tiempo, la energía y el dinero de los Estados Unidos», concluyó Trump en su comunicado enviado a los países de la OTAN.
La incursión de al menos 19 drones rusos en el espacio aéreo de Polonia, país miembro de la OTAN, provocó una respuesta armada inédita de la alianza atlántica y elevó la tensión en el flanco oriental de Europa. El incidente, registrado entre la noche del martes y la mañana del miércoles, llevó a la defensa aérea polaca, con apoyo de aviones aliados, a derribar los artefactos, en lo que constituye el primer caso conocido de acción militar directa de la OTAN en el contexto de la guerra en Ucrania.
La magnitud del episodio impulsó a la OTAN a anunciar un refuerzo inmediato de sus defensas en la región, con la activación de la operación “Centinela oriental”. Esta iniciativa, presentada por el secretario general de la organización, Mark Rutte, contempla el despliegue de tropas y sistemas de defensa aérea de Francia, Reino Unido, Alemania y Dinamarca, entre otros aliados. Rutte calificó la incursión como “temeraria” e “inaceptable”, y subrayó que la movilización de capacidades tradicionales y tecnológicas busca dejar claro que la alianza “siempre está preparada para defender”.
El general estadounidense Alexus Grynkewich, comandante supremo aliado en Europa, detalló que la operación integrará defensas aéreas y terrestres, así como un mayor intercambio de información entre los países miembros. Grynkewich destacó que la escala de la incursión superó a las anteriores y que el refuerzo de recursos resulta esencial para afrontar el aumento de amenazas asociadas al uso de drones. “Lo que afecta a un aliado nos afecta a todos”, afirmó el general, asegurando que la ciudadanía de Polonia y del resto de la Alianza puede confiar en la capacidad de respuesta de la OTAN.
Desde Estados Unidos, la embajadora en funciones ante la ONU, Dorothy Shea, transmitió el respaldo de Washington a Varsovia y a los aliados occidentales durante la sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, convocada a petición de Polonia. “Estados Unidos apoya a nuestros aliados de la OTAN ante estas alarmantes violaciones del espacio aéreo”, declaró Shea, quien reiteró el compromiso de su país de “defender cada centímetro del territorio de la OTAN”. La diplomática señaló que las acciones rusas, sumadas a la violación del espacio aéreo de un aliado, evidencian “una enorme falta de respeto por los esfuerzos de buena fe de Estados Unidos para poner fin a este conflicto”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, consideró que la incursión rusa “podría haber sido un error”, aunque la embajadora Shea no descartó completamente esa posibilidad, al tiempo que remarcó la gravedad del incidente.
Por parte de Polonia, el primer ministro Donald Tusk calificó el hecho de “ataque” y rechazó la posibilidad de que se tratara de un error. “Nos gustaría que el ataque con drones a Polonia hubiese sido un error. Pero no lo fue. Y lo sabemos”, afirmó Tusk en redes sociales. El ministro de Defensa, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, agradeció a la OTAN por su “acción y decisiones contundentes en respuesta a la agresiva política de Rusia”, y subrayó que el nuevo despliegue representa “una expresión de responsabilidad para la seguridad de todo el flanco oriental de la alianza”.
El incidente también fue abordado en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde el embajador de Eslovenia, Samuel Zbogar, advirtió sobre la peligrosidad de la situación y la dificultad de imaginar que tantos drones sobrevolaran el territorio polaco de manera accidental. Frente a las acusaciones, el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, negó cualquier intención de atacar Polonia y aseguró que “no había objetivos marcados en territorio polaco”. Nebenzia argumentó que el alcance máximo de los drones empleados no superaba los 700 kilómetros, lo que, según él, haría físicamente imposible que hubieran llegado a Polonia. Además, atribuyó la reacción occidental a un intento de Ucrania de internacionalizar el conflicto y expresó la disposición de Moscú a dialogar con Varsovia si existe un interés real en reducir las tensiones.
La declaración conjunta promovida por Estados Unidos y sus aliados occidentales, leída por el secretario de Estado polaco Marcin Bosacki, acusó a Moscú de violar el derecho internacional y la Carta fundacional de Naciones Unidas, y exigió el cese de la “guerra de agresión contra Ucrania”. El documento recibió el respaldo de 43 países, reflejando la preocupación internacional por la escalada de la confrontación.
El contexto de este incidente se enmarca en más de tres años y medio de guerra en Ucrania, con la OTAN manteniendo fuerzas avanzadas en ocho países del flanco oriental y reforzando de manera constante sus defensas antiaéreas y la protección de infraestructuras críticas. La reciente cumbre entre Trump y Putin en Alaska, concebida para impulsar negociaciones de paz, no logró frenar la intensificación de los bombardeos rusos ni evitar la violación del espacio aéreo polaco. Según medios polacos, Rusia habría lanzado al menos 21 drones contra Polonia, y los restos de los aparatos se localizaron en una amplia zona, lo que sugiere la posibilidad de múltiples incursiones.
La OTAN, reunida en el Consejo Atlántico a solicitud de Polonia, analizó el contexto de la mayor concentración de violaciones del espacio aéreo de la alianza en los últimos tiempos. Rutte enfatizó que la temeridad de Rusia en el aire a lo largo del flanco oriental está aumentando en frecuencia, y que el operativo “Centinela oriental” incluirá desde defensas aéreas tradicionales hasta soluciones tecnológicas innovadoras para contrarrestar el uso de sistemas no tripulados.
En este escenario de creciente tensión, la OTAN ha reiterado su compromiso de proteger a todos sus miembros y de responder de manera rápida y significativa ante cualquier amenaza, reforzando la confianza de los ciudadanos de Polonia y del resto de la Alianza en la capacidad de defensa colectiva.