(Enviado especial a Anchorage, Alaska) Donald Trump y Vladimir Putin llegarán este viernes a la base militar Elmendorf-Richardson con posiciones enfrentadas respecto a la hoja de ruta que debería acordarse para establecer un inmediato cese del fuego en Ucrania.
El presidente de Estados Unidos mantuvo hoy una reunión virtual con Volodimir Zelensky, Friedrich Merz -Alemania-, Emmanuel Macron -Francia-, Keir Starmer -Reino Unido-, Giorgia Meloni -Italia-, entre otros mandatarios europeos, donde fijaron una posición común frente a las exigencias de Putin.
Esa posición se apoya en cinco puntos estratégicos:
- Cese del fuego como requisito previo para futuras conversaciones
- La discusión territorial entre Ucrania y Rusia debe respetar los actuales frentes de batalla
- Rusia debe garantizar que cumplirá los acuerdos en el futuro.
- Ucrania participará en todas las negociaciones con Rusia, tras la cumbre Trump-Putin
- El acuerdo debe ser respaldado por Estados Unidos, Europa y Ucrania para que sea válidos
Putin rechaza las condiciones diplomáticas que acordaron Trump y los principales líderes de Europa. El presidente de la Federación Rusa llegará a la Cumbre de Alaska con sus propias exigencias.
Esas exigencias, que la Casa Blanca conoce en detalle, son las siguientes:
- Ucrania tiene que ceder las regiones de Donetsk, Luhansk, Kherson, Zaporizhzhia y la península de Crimea
- La OTAN debe bloquear el ingreso de Ucrania a la alianza
- Los países miembros de la OTAN no podrán desplegar tropas propias en territorio ucraniano para proteger su soberanía
- Estados Unidos y Europa deben levantar las sanciones financieras contra Rusia.
Las posiciones enfrentadas de Trump y Putin exhiben una dinámica geopolítica que es extraordinaria e inesperada.
Hasta la semana pasada, el presidente de Estados Unidos se mostraba inclinado a aceptar la estrategia de negociación del Kremlin, que condicionaba los acuerdos con Zelensky a la cesión de territorios ucranianos a favor de Rusia.
Ayer, durante su comparecencia ante los periodistas de la Casa Blanca, la vocera Karoline Leavitt bajó las expectativas de la cumbre que este viernes protagonizarán Trump y Putin. “Esto es un ejercicio de escucha para el presidente”, sostuvo Leavitt.
Y añadió: “Miren, solo una de las partes involucradas en esta guerra estará presente (por Rusia). Así que le corresponde al presidente ir y, de nuevo, obtener una comprensión más firme y mejor de cómo podemos, con suerte, poner fin a esta guerra”.
Esta evolución de la postura de Estados Unidos -que ahora apoya la estrategia de Zelensky y Europa-, fue completada hace pocas horas por Trump, durante un encuentro informal con periodistas en el Centro Kennedy de Washington.
“A la reunión (con los mandatarios europeos) le pondría un 10″, calificó Trump.
Y agregó que Rusia sufrirá “consecuencias muy graves”, si Putin no acepta detener la guerra en Ucrania, tras la cumbre en Alaska.
—¿Usted cree que podrá convencer a Putin de suspender los ataques a los blancos civiles en Ucrania?—, le preguntaron al líder republicano.
—No. He tenido esa conversación con él. He tenido muchas conversaciones positivas con él, y luego vuelvo a casa y veo un cohete impactar en una residencia de ancianos, o un cohete impactar en un edificio de apartamentos y gente muerta en las calles”—, replicó Trump.
La cumbre de Trump y Putin sucederá en la base militar Elmendorf-Richardson, que está a 15 minutos de la ciudad de Anchorage.
Ambos presidentes llegarán este viernes a Alaska para protagonizar su primer encuentro personal en seis años, y aún no se conoce el formato del cónclave ni la duración que tendrá.
“Todavía se está negociando. Lo más probable es que haya una reunión a solas y otra entre las dos delegaciones”, reveló a Infobae un asesor de Trump que viajará a Alaska.