El Gobierno de Túnez ha convocado este miércoles al encargado de negocios de la Embajada francesa en su país en protesta por el asesinato, a manos de la Policía, del atacante que en la víspera hirió a cinco personas, tres de ellas con arma blanca, en el centro de Marsella.
«Siguiendo instrucciones del presidente (Kais Saied), el secretario de Estado del Ministerio de Exteriores ha convocado esta tarde, 3 de septiembre, al encargado de negocios de la Embajada francesa en Túnez, en ausencia de la embajadora de la República Francesa, que se encuentra fuera del país, para comunicarle una enérgica protesta por el asesinato cometido por miembros de la Policía francesa», ha anunciado en un comunicado en el que ha identificado al agresor abatido como Abdeljader Zibi.
El ‘número dos’ de la cartera diplomática tunecina, Muhamad bin Ayad, ha considerado este suceso como «un homicidio injustificado» y así lo ha transmitido al encargado de negocios francés, por lo que el Gobierno de Túnez «espera que la parte francesa actúe con firmeza y rapidez en la investigación y la determinación de responsabilidades».
Además, ha anunciado que las autoridades tunecinas adoptarán «todas las medidas necesarias para preservar los derechos del difunto y su familia y hacerles justicia».
El Ministerio de Exteriores tunecino ha transmitido sus condolencias a los familiares del atacante abatido, mientras la Embajada de Túnez en París y el Consulado en Marsella trabajan «para acelerar el traslado del cuerpo del fallecido a Túnez lo antes posible» a instancias del presidente tunecino, que también ha dado instrucciones a su embajador en París para que comunique la posición del país magrebí a las autoridades francesas, según el propio comunicado.
«Túnez reitera su pleno compromiso y su firme voluntad de proteger los intereses de todos los tunecinos y defenderlos dondequiera que se encuentren en el extranjero», ha concluido la cartera diplomática.
LA FISCALÍA DESCARTA RADICALIZACIÓN
El fiscal de Marsella Nicolas Bessone ha descartado este miércoles en declaraciones a la cadena de televisión BFMTV que el atacante estuviese radicalizado. «Se le realizó una investigación y se descubrió que el individuo no parecía estar radicalizado, sino que sufría trastornos psiquiátricos», ha apuntado.
Según ha explicado, el varón atropelló a una persona en la calle e hirió a la recepcionista del hotel en el que se alojaba, antes de entrar «en el bar, donde se encontró cara a cara con el gerente e intentó apuñalarlo varias veces mientras gritaba ‘Allah Akbar’, yo también quiero morir».
Posteriormente, el hombre salió del establecimiento para «continuar su andadura criminal» y pronunció ‘Allah Akbar’ por segunda vez ante la Policía, que finalmente lo abatió de varios disparos.
El hombre, nacido en 1990 en Túnez era conocido por las fuerzas de seguridad y los servicios judiciales por otras cuestiones. El pasado junio en una mezquita, «en plena oración, pronunció unas palabras, insinuando que el país estaba gobernado por judíos y sionistas, lo que le valió una citación por incitación al odio por origen o religión, y debía ser juzgado en octubre en el tribunal de Montpellier», ha agregado el fiscal.