Un “archivo de la desobediencia” y “arquitecturas de la represión”: el arte como acto de resistencia

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“Se hace un uso creativo de lo que es un uso represivo”, dice el reconocido teórico de arte y curador italiano Marco Scotini, en diálogo con LA NACION, mientras señala una serie de vallas dadas vueltas que sostienen las pantallas donde se reproduce el material audiovisual que integra el Archivo de la desobediencia (la calle), en Proa 21. Concebido en 2005, este rico archivo que formó parte de la última Bienal de Venecia funciona como una plataforma móvil y expandida que explora la intersección entre arte y acción política.

De Tita Salina & Irwan Ahmett,

Aquí la regla es mirar lo que uno quiere: Scotini no quiso hacer una curaduría tradicional que priorice ciertos filmes y videos o que tenga una determinada lectura. “La muestra se entiende de cualquier modo que uno decida verla”, afirma. Es posible quedarse frente a obras que duran dos o una hora y otras de cinco minutos, ver por partes o volver las veces que uno desee. “Es mucho más democrático porque deja al espectador el poder de elegir”, sigue. La clave es la horizontalidad del material disponible, como en una gran biblioteca: “Cuando vas a una biblioteca, ves millones de libros y no decís ‘quiero leer todos los libros’, sino que elegís uno”. La muestra reúne 36 obras en video de artistas y colectivos internacionales, organizada en tres etapas, de 12 videos cada una.

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Desde su creación, el proyecto se presentó por todo el globo y, en 2024, formó parte del núcleo contemporáneo de la Mostra. La propuesta en Buenos Aires convoca el espacio de la calle y exhibe una selección de obras realizadas entre 1999 y 2023. El proyecto genera un atlas de tácticas contemporáneas de resistencia: desde la acción directa a la contrainformación, desde las prácticas constituyentes a la biorresistencia.

Scotini cuenta que comenzó con el archivo en un momento en que no era frecuente conjugar arte y política en la misma oración. “2001 es un año muy importante para Argentina, por la crisis económica, y un año importante también porque en Italia tuvimos la primera gran represión estatal contra el movimiento global. Todos sabemos lo que pasó en diciembre de 2001 aquí, pero en Italia, en el mismo año, en junio, tuvimos la primera gran represión por parte del Estado. Por esa razón, sentí la necesidad de construir un archivo de estas prácticas, que, en mi opinión, comenzaron en Italia en los setenta. Son prácticas que combinaban aspectos de imaginación, creación y experimentación con aspectos de política, porque en aquella época no se podía hablar de arte con mayúscula y de política con mayúscula”, considera Scotini. Y añade: “El que se vayan todos rompe con la representación política y, al mismo tiempo, con la representación estética y artística”. Es por esta razón que ya en los inicios del Archivo de la Desobediencia había una sección llamada “Argentina Fábrica Social”.

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En esta exposición en Proa 21, que integra obras de artistas de América, Asia, África, Europa y Oceanía, los ejes son: desobediencia de género, comunidades insurgentes, ecologías radicales y activismo de la diáspora. En su condición de archivo, la propuesta invita a reconsiderar las formas en que se configuran las memorias colectivas, poniendo en cuestión su entendimiento como registros fijos e incuestionables.

De la Argentina, hay videos del colectivo Etcétera y, además, del Grupo de Arte Callejero, que intervino carteles en una gran parte de la ciudad. Señalaban con sus acciones los edificios o lugares que habían sido centros clandestinos de detención. También hay obras de otros reconocidos artistas latinoamericanos como María Galindo, de Bolivia, y de Carlos Motta, Colombia.

Arquitecturas de la represión

Una propuesta en sintonía se puede ver en Representar el silencio, en la sede Hotel de los Inmigrantes, presentada por el Centro Cultural de España en Buenos Aires y Muntref-Centro de Arte Contemporáneo. Con una serie de fotografías, el artista español Nicolás Combarro reflexiona cobre las arquitecturas de represión en España y Francia, en el contexto europeo de los totalitarismos y fascismos.

La muestra que abre hoy en Muntref reflexiona sobre las arquitecturas de represión en España y Francia, en el contexto europeo de los totalitarismos y fascismos

Combarro toma fotografías en España y Francia, en los sitios donde quedan restos de los campos de concentración. Por la noche, el artista va al lugar e ilumina el sitio —que no están marcados ni identificados—. “Trabajo por la noche para intentar generar un contexto donde podemos trasladarnos al origen del lugar e ilumino con luz los restos arquitectónicos que quedan en pie”.

En Francia, el artista eligió campos de concentración donde hubo republicanos españoles: “Cuando huyeron de la guerra acabaron en campos franceses y allí fueron concentrados de nuevo y muchos de ellos terminaron incluso siendo trasladados a campos alemanes. Fue un periplo terrible. Ni en España ni en Francia está bien contada la memoria de estas personas ni la forma estratégica de esta arquitectura de represión, que es lo que intento recuperar”, señala Combarro.

Cárcel de Carabanchel en Madrid, España, fotografiada por Nicolás Combarro

Sus fotos se encuentran acompañadas por unas mesas donde hay facsímiles de documentos originales, fotografías y documentación histórica de esos campos y de sus estructuras. “Hemos encontrado documentación de colaboración entre la Gestapo nazi y la España franquista, que demuestra que hay una estrategia concentrada bien orquestada. Es un poco de lo que habla el proyecto, de que no fue una cuestión solamente reducida a la guerra civil, sino que va más allá, llega hasta finales de los años 40, 47 y 48, y que se utilizó como una estrategia de represión, tanto en los sitios donde hubo guerra, donde hubo confrontación, como en los lugares en España donde directamente se pasó al lado de los golpistas. Y allí directamente, no eran prisioneros de guerra, eran prisioneros civiles, porque eran sindicalistas o tenían algún tipo de afiliación con la República. Eran concentrados y muchas veces ejecutados”.

Para agendar

Archivo de la Desobediencia (la calle), se puede ver a partir de hoy en Proa 21, Av. Don Pedro de Mendoza 2073, de miércoles a domingo, de 12 a 19.

Representar el silencio se inaugura hoy en Muntref Centro de Arte Contemporáneo, Av. Antártida Argentina s/n (entre la Dirección Nacional de Migraciones y Buquebus, Puerto Madero). De miércoles a domingo de 11 a 18h, hasta el 8 de junio. Gratis.

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