Los profesionales de la salud redoblan sus reclamos. Los médicos fijos y residentes del Hospital Garrahan, al igual que tantos otros que también han comenzado a hacerse oír, atraviesan una situación crítica pues los salarios gravemente estancados no aseguran una subsistencia mínimamente decente.
Un residente de primer año que llegó con mucho esfuerzo y mérito cobra hoy menos de 800.000 pesos, con una carga horaria de entre 60 y 70 horas semanales, y uno de cuarto año no llega al millón. La obligación de cumplir con un 75% de asistencia, además de las largas y agotadoras guardias, obstaculiza también el pluriempleo. Dejan allí sus vidas y su entusiasmo en el afán por conseguir una capacitación de excelencia.
El Garrahan es un prestigioso centro de atención pediátrica para un promedio de 580 internados. Con más de 600.000 consultas ambulatorias anuales, se concretan allí unas 10.000 cirugías y unos 100 trasplantes. Es el único lugar donde se realizan diálisis a menores de 10 años, por ejemplo.
El reclamo por la suba de sueldos enfrentó la conciliación obligatoria que dictó el Gobierno y que nunca condujo a una audiencia de negociación. Unos 200 empleados renunciaron en los últimos tiempos, incluyendo 50 médicos de planta. El drenaje amenaza con continuar.
La viceministra de Salud de la Nación, Cecilia Loccisano, denunció razones de mala administración: el presupuesto de sueldos para un total de 953 empleados administrativos supera al que se destina al cuerpo médico, incluidos los 478 médicos de planta. Se prevé aplicar controles biométricos de presentismo y auditar el cumplimiento de los horarios para que los “ñoquis” desaparezcan. Loccisano explicó que se lleva adelante una reestructuración para que el dinero vaya a donde debe ir, un proceso inexplicablemente demorado considerando ya los 16 meses de gestión.
Según UPCN, de los 4600 trabajadores solo 460 son administrativos mientras que tanto ATE como la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital de Pediatría Garrahan se mostraron dispuestos a dialogar. Los residentes pedían $2,2 millones. El Ministerio de Salud anunció esta semana un incremento de ingresos para residentes de primer año a 1.300.000 y a más de 1.500.000 para los del último año y jefes de residencia mediante un bono no remunerativo y no bonificable.
Anteanoche, más de mil personas se congregaron en el Obelisco en la Noche de las Velas, se prevé un paro con movilización para mañana y un abrazo simbólico al hospital el sábado. Los reclamos ya comenzaron a extenderse a otras jurisdicciones.
En Diputados, se abordarían hoy seis proyectos sanitarios, uno de ellos declara la emergencia por dos años en el Garrahan y de las residencias nacionales por dos años, incluyendo también un pedido de informes al Poder Ejecutivo, que se suma a las denuncias contra el ministro de Salud, Mario Lugones.
La lúcida psicoanalista Silvia Bleichmar decía que la esperanza de un país se mide por la propuesta que tiene para la infancia. La emergencia educativa y una salud infantil en terapia intensiva amenazan con dejarnos sin futuro y sin esperanzas.