KIEV.- Un bombardeo ruso mató este domingo a más de 30 personas, entre ellos dos niños, y causó más de cien heridos en el centro de Sumy, una ciudad del nordeste de Ucrania, suscitando una ola de condena de los aliados de Kiev.
El ataque, perpetrado cerca de las 10:15 con misiles balísticos en plena afluencia por el Domingo de Ramos, es el más mortífero desde hace meses en Ucrania, invadida por Rusia en febrero de 2022. También se produjo dos días después de la visita de un emisario estadounidense a Rusia. Ambos países reanudaron sus contactos desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
“Rusia golpeó el centro de la ciudad con misiles balísticos. Justo cuando había mucha gente en la calle”, informaron los rescatistas ucranianos en redes sociales.
El último balance ofrecido por el servicio de emergencias ucraniano dio cuenta de 34 muertos, incluidos dos niños. Otras 117 personas resultaron heridas, entre ellas, 15 menores.
“Hay muchos cadáveres es una locura”, declaró una testigo a AFP, sin dar su nombre. Las autoridades locales de Sumy, fronteriza con Rusia, publicaron imágenes de cuerpos tendidos en las calles y de personas corriendo para refugiarse de los bombardeos. También difundieron fotos de vehículos en llamas y de civiles heridos.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, confirmó que los esfuerzos de rescate seguían en marcha y dijo que “docenas” de personas habían muerto en el doble ataque con misiles.
El jefe de la oficina del presidente ucraniano, Andriy Yermak, dijo que el ataque también había utilizado municiones de racimo en un intento de matar a tantas personas como fuera posible.
El ataque tuvo lugar “un día en que la gente va a la iglesia: Domingo de Ramos (…) Sólo los malnacidos pueden hacer esto”, reaccionó el presidente ucraniano.“Sin una presión realmente fuerte, sin un apoyo adecuado a Ucrania, Rusia continuará llevando a cabo esta guerra”, declaró en un mensaje en Telegram, acusando a su homólogo ruso, Vladimir Putin, de haber “ignorado la propuesta estadounidense de un alto el fuego total e incondicional”.
Today, many world leaders, diplomats, and ordinary people with big hearts expressed their condolences to Ukraine and the Ukrainian people. They condemned the Russian strike. I thank everyone who remembers that wars end when the crimes of war are not forgotten — and when the… pic.twitter.com/uFmfU6j5cU
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) April 13, 2025
Zelensky también pidió una respuesta global al ataque. “Las conversaciones nunca han detenido misiles balísticos y bombas aéreas. Lo que se necesita es una actitud hacia Rusia que un terrorista merece”, dijo.
En otro lugar de Ucrania, una mujer de 62 años murió en un bombardeo ruso en Jersón, dijo el domingo el gobernador regional, Oleksandr Prokudin.
El ataque en Sumy es el segundo ataque a gran escala que se cobra vidas civiles en poco más de una semana, tras un letal ataque con misiles contra la ciudad natal de Zelensky, Kryvyi Rih, el 4 de abril, que mató a unas 20 personas, incluidos nueve niños.
Condena internacional
Otros líderes mundiales también condenaron el ataque. El presidente francés Emmanuel Macron dijo que el bombardeo socavó las conversaciones de paz lideradas por Washington entre las dos partes. “Todo el mundo sabe: esta guerra fue iniciada solo por Rusia. Y hoy, está claro que solo Rusia elige continuarla, con un desprecio flagrante por las vidas humanas, el derecho internacional y los esfuerzos diplomáticos del presidente Trump”, escribió en un comunicado.
El bombardeo es “un ejemplo horrible de la intensificación de los ataques de Rusia mientras Ucrania aceptó una tregua”, denunció la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas.
I’m appalled at Russia’s horrific attacks on civilians in Sumy and my thoughts are with the victims and their loved ones at this tragic time.
President Zelenskyy has shown his commitment to peace.
Putin must now agree to a full and immediate ceasefire without conditions.
— Keir Starmer (@Keir_Starmer) April 13, 2025
El primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, escribió en X que “este último ataque mortal es un recordatorio brutal del continuo baño de sangre perpetrado por Putin”. Otros dirigentes europeos reaccionaron, como el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, que describió el ataque como un acto “de barbarie”.
Fue un ataque “inaceptable” que “sobrepasa los límites de la decencia”, denunció por su parte Keith Kellogg, el enviado estadounidense para Ucrania. “Hay decenas de civiles muertos y heridos. Como exlíder militar, entiendo el objetivo y esto está mal. Es por eso que el presidente Trump está trabajando arduamente para poner fin a esta guerra”, dijo.
Today’s Palm Sunday attack by Russian forces on civilian targets in Sumy crosses any line of decency. There are scores of civilian dead and wounded. As a former military leader, I understand targeting and this is wrong. It is why President Trump is working hard to end this war.
— Keith Kellogg (@generalkellogg) April 13, 2025
Kiev y las potencias occidentales sospechan que Rusia, cuyo ejército es más numeroso y está mejor equipado en el frente, prolonga deliberadamente las negociaciones.
Temores de ofensiva de primavera
Los ataques se produjeron al día siguiente de que los principales diplomáticos de Rusia y Ucrania se acusaran mutuamente de violar un acuerdo tentativo mediado por Estados Unidos para pausar los ataques a la infraestructura energética, lo que subraya los desafíos de negociar el fin de una guerra que ya lleva tres años en marcha.
Los ministros de Exteriores de los dos países hablaron en eventos separados en el Foro de Diplomacia de Antalya, un día después de que el enviado estadounidense Steve Witkoff se reunió con el presidente ruso, Vladímir Putin, para comentar las perspectivas de paz.
“Los ucranianos nos han estado atacando desde el principio, cada día que pasa, tal vez con dos o tres excepciones”, dijo el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, agregando que Moscú proporcionaría a Estados Unidos, Turquía y organismos internacionales una lista de los ataques de Kiev durante las últimas tres semanas.
Su homólogo ucraniano, Andrii Sybiha, rechazó de plano esa afirmación y dijo el sábado que Rusia había lanzado “casi 70 misiles, más de 2200 drones (explosivos) y más de 6000 bombas aéreas guiadas a Ucrania, principalmente a civiles”, desde que se acordó la pausa limitada en los ataques.
Las fuerzas rusas tienen la ventaja en Ucrania, y Kiev ha advertido que Moscú está planeando una nueva ofensiva de primavera para aumentar la presión sobre su enemigo y mejorar su posición negociadora.
Ucrania respaldó una propuesta de alto el fuego más amplia de Estados Unidos, pero Rusia la ha obstaculizado al imponer condiciones de gran alcance. Los gobiernos europeos acusan a Putin de retrasar el acuerdo.
Agencias AFP y AP