El cartero nunca llegó a destino. El encargado tampoco estaba donde debía. Ambos, sin embargo, coincidieron en un punto: una maniobra que dejó a un cliente bancario sin más de US$20.000 y más de $2.600.000. La trama se descubrió después de meses de seguimiento y terminó con dos allanamientos en el conurbano bonaerense.
La Policía de la Ciudad detuvo a los dos sospechosos, uno cartero y otro encargado de un edificio, acusados de haber estafado a un hombre mediante el uso indebido de su tarjeta de débito. El operativo estuvo a cargo de la Sección Relevamiento de Investigaciones Complejas, que concretó los arrestos en domicilios de Valentín Alsina, partido de Lanús, y Florencio Varela.
La investigación comenzó en mayo, cuando un cliente de un banco denunció que, tras solicitar la renovación de su tarjeta de débito, nunca recibió el plástico en su domicilio de Adrogué. Poco después, advirtió que en su cuenta faltaban $2.624.667,75 y US$20.984,52. Según relató, en la entidad le aseguraron que la tarjeta había sido entregada, lo que lo llevó a radicar la denuncia en la comisaría de Lomas de Zamora.
El caso quedó en manos de la fiscalía N° 3 de Lomas de Zamora, especializada en ciberdelitos, a cargo del fiscal Javier Gustavo Martínez. Desde allí se solicitó la intervención de la división especializada de la Policía de la Ciudad para llevar adelante la pesquisa.
Los investigadores determinaron que los retiros en pesos se realizaban desde un cajero automático en Lanús, mientras que los dólares eran transferidos a una cuenta y luego derivados para dificultar el rastreo. Con esos datos, identificaron al primer sospechoso, que fue detenido en un allanamiento en Valentín Alsina, en el mismo distrito donde se encontraba el banco del que se extraían los fondos.
En paralelo, los detectives analizaron la geolocalización del cartero y comprobaron que nunca llegó al domicilio del cliente el día de la supuesta entrega: el punto más cercano fue a 300 metros. Con esa evidencia, se ordenó un allanamiento en Florencio Varela, donde se concretó la segunda detención y se secuestraron elementos que podrían ser clave para la causa.
La maniobra, según los investigadores, combinó dos factores: el acceso a la tarjeta y la posibilidad de operar con ella sin alertar al titular. El cartero habría tenido un rol central en la retención del plástico, mientras que el encargado habría facilitado la operatoria para extraer el dinero y transferir los dólares.
El seguimiento incluyó análisis de movimientos bancarios, registros de cajeros y datos de geolocalización, lo que permitió reconstruir el recorrido del dinero y la participación de cada imputado.
Ambos quedaron a disposición de la justicia, mientras se analizan los dispositivos y documentos secuestrados en los allanamientos. Los investigadores no descartan que existan más personas involucradas en la maniobra, que se inició con un simple trámite bancario y terminó en una estafa millonaria.