Un científico de la Universidad de Stanford advierte sobre la habilidad humana que más peligra

admin

“Somos mamíferos de talla media, no corremos muy rápido, no nadamos muy bien, no podemos volar… Lo que nos hace especiales es lo que podemos hacer unidos. Lo que hacemos juntos», dice Jamil Zaki, psicólogo, director del Stanford Social Neuroscience Lab y referente internacional en empatía, en el comienzo de una charla para el ciclo Aprendemos Juntos 2030 de BBVA. De acuerdo con sus palabras, a pesar de lo que se lee en las noticias, los seres humanos son, de lejos, los campeones del mundo en amabilidad, colaboración y unidad.

“Nuestra capacidad para conectar con los demás, especialmente con quienes son diferentes a nosotros, es un acto de resistencia, una manera de luchar contra el discurso popular que nos está dividiendo y destruyendo”, enfatiza. Zaki recuerda que, en un mundo tan polarizado como el actual, cultivar la esperanza es elegir confiar, y que esa decisión puede transformar relaciones, sociedades y culturas.

Empatía: la cualidad que está en peligro

Zaki ha dedicado los últimos 20 años de su vida a estudiar cómo es que se pueden potenciar las conexiones sociales para crecer tanto individualmente y como a nivel comunidad. “Cuando me hice científico, empecé a estudiar la empatía”, relata. Aprendió que es un superpoder humano que todos llevan dentro y la describe como la capacidad de entrar en el mundo de otra persona y estar con ella. “También aprendí que hoy la empatía está en peligro”, advierte.

“El pasado solo existe cuando lo contamos”. Cuando la ficción impulsa a mantener viva la historia

Pero no son todas malas noticias, según explica, la capacidad empática no es innata, es una habilidad entrenable. Es algo en lo que se puede trabajar mediante prácticas que van desde la meditación hasta la mirada compasiva hacia el otro.

Luego, pasó a explicar la composición tripartita de la empatía. En primer lugar, se compone de la capacidad de sentir lo que otros sienten; la segunda parte es tratar de comprender lo que el otro siente y por qué, “le decimos empatía cognitiva”, revela. “Y en tercer lugar está nuestro deseo de que otras personas se sientan mejor, de ayudarlas, si podemos. Es lo que llamamos compasión“, agrega.

Según explica Zaki, la empatía se compone de la capacidad de sentir lo que otros sienten

El caso Tony McAleer

Al ser consultado por uno de los presentes sobre algún caso de estudio de una persona que no fuera empática y que desarrollara la habilidad con el tiempo Zaki nombró a Tony McAleer. “Hace 20 años jamás alguien hubiera dicho empatía y su nombre en la misma frase”, reconoce.

Para aquel entonces, McAleer era unos de los supremacistas blancos más famosos y directos de su país, Canadá. Hablaba mucho sobre cuánto odiaba a la gente que era diferente a él en cuanto a la raza o la etnia, desarrolla el profesional.

“En sus entrevistas y en muchas conversaciones descubrí que odiaba a todo tipo de personas, pero al que más odiaba era a él mismo. Era una persona profundamente rota», justifica. Pero eso cambió gracias a dos cosas: tener hijos y hacer terapia.

Zaki explica que cuidar de otra generación de seres humanos, preocuparse por ellos y quererlos le permitió darse cuenta de lo ridículo que era odiar a otra gente, lo doloroso que era, y de que su odio podía perjudicar el futuro de sus hijos si los relacionaban con él.

Una psiquiatra española explica cómo tomar las riendas de la ‘pandemia del estrés’

Ese fue el primer paso: darse cuenta de que quería cambiar. El siguiente sería adquirir las herramientas necesarias para gestionar ese cambio. Así llegó a un consultorio terapéutico: “Fue a terapia con un profesional maravilloso y establecieron una conexión profunda. Llegó un momento en el que Tony se sintió tan seguro que pensó que podía compartir su mayor problema, su odio”, relata Zaki.

Se abrió y admitió que había sido, y en parte aún lo era, un supremacista blanco. Su terapeuta respondió al odio con compasión, con amor incluso… y eso liberó a Tony. Se pasó el resto de la sesión llorando y el resto de la semana reconstruyéndose a sí mismo desde cero. “No solo dejó los grupos de odio, sino que fundó uno nuevo llamado Vida después del odio», cuenta Zaki. Hoy, McAleer se dedica a sacar a gente de los grupos de odio para ayudarlos a sanar, a pedir perdón y a compensar las cosas horribles que han hecho.

El caso Tony McAleer. el hombre que cambió gracias a dos cosas: tener hijos y hacer terapia

El panorama actual

“Vemos una división creciente. En los años 50 y 60, la gente discrepaba unos de otros, pero podían seguir sentándose en la misma mesa y tener una conversación sobre sus puntos de vista. Ahora nos evitamos”, sostiene.

Cuando dos individuos de opiniones opuestas se comunican, suele ser gritándose, a menudo a través del celular, por internet. “En ese ambiente psicológico tan tóxico, nuestra relación con la empatía empieza a cambiar”, advierte. Podemos empezar a sentir no solo que ser empático es una debilidad, sino que puede ser peligroso, reconoce.

Para hacerle frente a este paradigma, el experto sugiere ser escépticos y pensar como científicos. En uno de sus libros habla del escepticismo esperanzado, que es pensar como un científico y estar abierto a las pruebas, pero también entender que, “como la mayoría estamos tan centrados en lo negativo, cuando nos abramos y veamos cómo es la gente en realidad, nos llevaremos una grata sorpresa”.

Zaki hace mención de las décadas de pruebas que muestran que la mayoría de la gente es más digna de confianza, generosa y amistosa de lo que uno cree.

*Podés disfrutar de la charla completa que compartió el especialista en empatía en Aprendemos Juntos 2030, la plataforma del BBVA con contenidos útiles e inspiradores para mejorar la vida de millones de personas de todo el mundo que desde mayo se emiten en forma exclusiva por LA NACION.

Deja un comentario

Next Post

Cómo entrenar la mente para vivir mejor: Bachrach, entre la ciencia y el retiro que cambió todo

Martina Rua entrevista a Estanislao Bachrach en una conversación íntima sobre emociones, silencio, y el camino personal que lo llevó a replantearse todo desde el cuerpo y la respiración; un episodio imperdible del ciclo Conversaciones de LA NACION Post Views: 6
Cómo entrenar la mente para vivir mejor: Bachrach, entre la ciencia y el retiro que cambió todo

NOTICIAS RELACIONADAS

error: Content is protected !!