“Ya te llevo la platita”, le dijeron por teléfono al comisario Manuel Subia. “Dale, meta”, respondió el jefe policial que cumplía funciones en la comisaría de Rosario de la Frontera. La “platita” eran 50.000 pesos a cambio de dejar liberada la zona para que un empleado municipal pudiera robar 30 rieles de un ramal del Ferrocarril Belgrano Cargas.
Subia fue imputado del delito de cohecho pasivo en concurso ideal con hurto, en calidad de partícipe necesario, según informó el sitio de noticias de la Procuración General de la Nación, www.fiscales.gob.ar.
La investigación que puso la lupa sobre Subia y Claudio Villalba, quien era empleado de la Municipalidad de Rosario de la Frontera, surgió a partir de una serie de escuchas telefónicas en un expediente donde Villalba era investigado por presuntos vínculos con el narcotráfico, causa que llevaba adelante Fiscalía Penal 4 de Rosario de la Frontera.
En una audiencia ante la jueza federal de Garantías de Salta Mariela Gimémez, la auxiliar fiscal Rocío Mariscal explicó que, en el marco de ese expediente, se había dispuesto la intervención de la línea telefónica utilizada por Villalaba, “circunstancias en las que los investigadores de la División de Drogas de la Policía de Salta advirtieron una serie de conversaciones entre Villalba y el comisario Subia”.
En la citada audiencia se reprodujeron los diálogos de interés para la causa, ocurridos en diciembre de 2023. En las charlas, se hacía referencia “a un acuerdo en el cual Villalba requería la colaboración de Subia en el robo de 30 rieles del ramal local de Ferrocarril Belgrano Cargas a cambio de lo cual le pagaría la suma de 50.000 pesos”.
El empleado municipal le dijo al comisario que estaba por cargar en el paso nivel 30 rieles. “Me los voy a meter dentro del galpón, es por si pasa alguno de los amigos de la policía, voy en una hora y en un ratito los cargo”, le dijo Villalba al jefe policial, según la citada publicación. Le afirmó que con los empleados del ferrocarril no iba a haber inconvenientes porque eran unos “vagos” y no iban a estar presentes en ese momento.
Villalba, según la acusación, e pidió al comisario Subia que le avise si el personal policial iba a patrullar por esa zona y que por ese “centrito” le iba a pagar 50.000 pesos.
“Vos avísame si pasa algo, en una hora ya los meto en el galpón”, le comentó Villalba y luego le dijo: “Ya te llevo la platita”. El comisario respondió “Dale, meta”.
Tras analizar las escuchas telefónicas, la auxiliar fiscal sostuvo que, de la geolocalización de los teléfonos y el análisis de las comunicaciones, se confirmó la identidad de los interlocutores. Y sostuvo que se logró el secuestro de dos rieles de una propiedad mencionada por Villalba en uno de los diálogos interceptados, la que fue allanada.
A partir de esas pruebas, la representante del Ministerio Público Fiscal justificó las imputaciones contra ambos acusados, quienes se abstuvieron de prestar declaración.
Villalba quedó imputado de cohecho activo de la dádiva y como autor del hurto de los rieles.