Los viajes y las excursiones están llenos de multitud de anécdotas, pero la ocurrida en Italia a una pareja de más de 70 años en la provincia de Ferrara no la podrán olvidar nunca. El matrimonio viajaba en una autocaravana y, durante una parada, el hombre no se dio cuenta de que su mujer se había bajado. Por suerte, algunos conductores se percataron de su presencia en la carretera y alertaron a la policía.
La travesía comenzaba el pasado viernes día 2 de mayo. El viaje trascurría con normalidad, la caravana surcaba la vía estatal 309 Romea, concretamente en el tramo que cruza el Lidi Ferraresi, en el municipio de Comacchio. El marido conducía mientras su mujer se encontraba en la parte de atrás del vehículo mientras dormía, sin saber lo que pasaría posteriormente.
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Tras varios kilómetros, cuando la pareja pasaba por las proximidades de Porto Garibaldi alrededor de las 20.30 horas, el conductor de la caravana decidió echarse a un lado de la calzada para revisar un problema problema técnico que había percibido. Aquí daría comienzo el acto de ilusionismo.
Tras comprobar que todo estaba en orden, el hombre se subió al vehículo sin mucha atención y, parece ser, que sin ni siquiera mirar al asiento trasero, ya que cuando reanudó el viaje, la caravana contaba con un único pasajero.
Al mismo tiempo en que él había vuelto a subir al vehículo, su mujer recién despertada en bata y zapatillas, se había bajado a su vez por el lado opuesto al de su marido, sin darse cuenta de que la autocaravana estaba arrancando de nuevo.
Cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde, y sus gritos y gestos para intentar detener a su marido no tuvieron éxito. La mujer, además no tenía ni teléfono ni documentación, por lo que permaneció así a pie a lo largo del Romea.
Su presencia no pasó desapercibida y algunos conductores, además de rescatarla y preocuparse por su estado y por el incidente, llamaron inmediatamente por teléfono a los Carabinieri e informaron de lo ocurrido.
La Policía localizó al marido
Las fuerzas de seguridad pertinentes acudieron al lugar donde se encontraba la mujer y comenzaron a recabar toda la información necesaria para intentar localizar al marido que conducía la autocaravana, quien seguía a lo suyo sin darse cuenta de lo sucedido.
Sólo después de unas dos horas, hacia las 22.30 horas, el anciano fue localizado e informado de lo sucedido y, tras un momento de desconcierto y temor por el estado de su esposa, dio media vuelta y regresó inmediatamente a Porto Garibaldi para recoger a la mujer que le esperaba en buena compañía de los agentes.
La historia queda en una anécdota divertida, pero en el que la mujer llegó a vivir verdaderos momentos de angustia al no tener como localizar a su marido para que fuera en su búsqueda. Por suerte, todo acabó bien.